El primer movimiento desde diciembre.
La Reserva Federal de Estados Unidos (FED) dio el primer paso hacia una política monetaria más flexible al reducir su tasa de referencia en 0.25 puntos porcentuales, llevándola al rango de 4% a 4.25%. Este es el primer ajuste a la baja en casi un año y marca el inicio de un ciclo en el que se esperan dos recortes adicionales antes de que termine 2025.
La decisión refleja un cambio de prioridades: si bien la inflación sigue siendo un riesgo latente, el enfriamiento del mercado laboral estadounidense se ha convertido en el factor más determinante en la agenda de Jerome Powell y sus colegas.
Un debate dentro de la FED.
Aunque la medida fue respaldada por la mayoría, no hubo unanimidad. Stephen Miran, recientemente incorporado a la junta, abogó por un recorte más agresivo de medio punto. En contraste, Christopher Waller y Michelle Bowman apoyaron el ritmo gradual que finalmente se aprobó.
El comunicado oficial reconoció que el empleo muestra señales de fatiga: la tasa de desempleo subió y la creación de puestos de trabajo se desaceleró. La FED remarcó que sigue atenta a su doble mandato: controlar la inflación sin descuidar el pleno empleo.
Powell: un equilibrio delicado.
En su mensaje, Jerome Powell describió el escenario actual como “desafiante”. Explicó que los riesgos inflacionarios a corto plazo siguen presentes, pero al mismo tiempo los indicadores laborales se deterioran.
Sobre el impacto de los aranceles impulsados por la administración de Donald Trump, Powell minimizó su efecto inflacionario: serían más bien un choque de precios único, absorbido por las cadenas de suministro y no tanto por los consumidores.
Además, anunció que la FED atraviesa un proceso de ajuste interno con la reducción del 10% de su planilla, devolviendo la estructura de personal a niveles de hace una década.
Impacto global y para el Perú.
Un recorte de tasas en Estados Unidos no solo es relevante para Wall Street, sino también para países emergentes como el Perú. Al abaratarse el crédito en dólares y reducirse la rentabilidad de activos estadounidenses, los inversionistas suelen mover capital hacia mercados emergentes en busca de mayor rendimiento.
Para el Perú, esto podría significar:
- Mayor entrada de capitales, lo que fortalecería el sol en el corto plazo.
- Impulso a los precios de metales, ya que los commodities suelen subir cuando el dólar se debilita. Esto beneficiaría directamente a nuestras exportaciones de cobre, oro y zinc.
- Presión en el tipo de cambio: el sol podría apreciarse si la expectativa de recortes se confirma, situando el dólar por debajo de sus niveles actuales. Sin embargo, si la inflación en EE. UU. se reactiva, la volatilidad regresaría al mercado cambiario.
En conclusión…
La FED abre un nuevo capítulo en su política monetaria, intentando equilibrar inflación y empleo en un contexto de tensiones comerciales y fragilidad global. Para el Perú, este movimiento podría traer un respiro cambiario y mejores precios de exportación, aunque la volatilidad no desaparecerá. El reto será aprovechar el viento a favor sin perder de vista que cualquier giro inesperado en Washington puede reconfigurar nuevamente el tablero económico.

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