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  • EXPECTATIVAS EMPRESARIALES VUELVEN A TOMAR IMPULSO EN NOVIEMBRE: ¿UN MEJOR 2025 A LA VISTA?

    EXPECTATIVAS EMPRESARIALES VUELVEN A TOMAR IMPULSO EN NOVIEMBRE: ¿UN MEJOR 2025 A LA VISTA?

    Las perspectivas del sector empresarial peruano cerraron noviembre con señales más alentadoras. Según la más reciente Encuesta Mensual de Expectativas Macroeconómicas del Banco Central de Reserva (BCR), la mayoría de indicadores vinculados al futuro de la economía mostraron avances significativos, aunque la percepción sobre la situación actual exhibió diferencias entre sectores.

    Optimismo renovado: empresas miran el 2025 con mejores perspectivas.

    El BCR informó que 16 de los 18 indicadores evaluados permanecen en el rango optimista, repitiendo el resultado del mes previo. Dentro de este grupo, destacaron las expectativas sobre el desempeño de la economía a distintos horizontes:

    • Expectativas a 3 meses: 58.2 puntos
    • Expectativas a 12 meses: 63.9 puntos

    Ambos resultados evidencian una mejora respecto a octubre, mostrando que los empresarios esperan un entorno económico más favorable en el corto y mediano plazo. Asimismo, las expectativas respecto al sector específico de cada empresa también repuntaron:

    • Sector a 3 meses: 58.3 puntos
    • Sector a 12 meses: 66.2 puntos

    🧭 Proyecciones de las empresas: más confianza, pero cautela en el empleo.

    Los empresarios también se mostraron más optimistas sobre la evolución de sus propios negocios:

    • Situación de la empresa a 3 meses: 59.6 puntos
    • Situación a 12 meses: 69.6 puntos

    Sin embargo, el panorama del empleo mostró un comportamiento desigual:

    • Contratación a 3 meses: sube a 55.9
    • Contratación a 12 meses: retrocede a 62.8

    Esto sugiere que, aunque hay confianza, todavía persiste prudencia para planificar incrementos de personal en el largo plazo.

    📊 Situación actual: señales mixtas en ventas, producción y demanda.

    A nivel operativo, las empresas perciben un cierre de año con resultados diversos:

    El indicador de negocio actual subió de 55.6 a 57.1 puntos, lo que confirma un leve fortalecimiento.
    Las ventas también mejoraron y alcanzaron 59.7 puntos.

    La demanda esperada creció, aunque aún debajo del tramo optimista (47.8 puntos).

    Pero no todo fue avance:

    La producción bajó de 57.3 a 55.2 puntos.

    Las órdenes de compra retrocedieron a 54.9 puntos.

    Estas variaciones muestran que, aunque la confianza futura mejora, el presente aún refleja cautela y un ritmo económico en proceso de recuperación.

    🇵🇪 ¿Qué implica este repunte de expectativas para la economía peruana?

    El fortalecimiento de las expectativas suele anticipar mayor dinamismo en la inversión y el gasto privado, lo que podría traducirse en:

    Mayor actividad económica en 2025.

    Si las empresas perciben mejores condiciones, aumentan inventarios, expanden operaciones y toman decisiones de inversión que empujan la actividad interna.

    Recuperación más sólida del empleo formal.

    Aunque el indicador a 12 meses retrocedió, se mantiene en zona optimista. Esto podría sostener el crecimiento del empleo privado, uno de los motores de consumo.

    Mejora en la recaudación y mayor estabilidad fiscal.

    Más actividad económica implica más ventas, más utilidades y, por ende, mayor recaudación, lo que fortalece los ingresos del Estado.

    💲 ¿Y el impacto en el tipo de cambio? ¿Sube o baja el dólar?

    El comportamiento del dólar en el Perú suele responder a tres factores:
    confianza interna, expectativas empresariales y flujos de capital.

    El aumento del optimismo empresarial tiene dos efectos claves:

    🔻 1. Fortalece al sol.

    • Mejores expectativas → más inversión → mayor demanda de soles
    • Más ingresos al país → mayor oferta de dólares
    • Menor aversión al riesgo → menos dolarización de empresas

    Esto tiende a empujar el tipo de cambio hacia abajo o mantenerlo estable.

    🔺 2. Reduce la presión por refugio en dólar.

    Si las empresas y los hogares perciben un entorno económico más predecible, disminuye la compra preventiva de dólares.

    👉 Este escenario refuerza la tendencia actual de apreciación del sol, especialmente considerando que el dólar ya retrocede más del 10% en el año.

    🧩 Conclusión: señales de confianza que podrían traducirse en estabilidad.

    El repunte de las expectativas empresariales en noviembre no es un dato menor:
    implica que los agentes económicos están visualizando un 2025 más dinámico y con un entorno menos incierto.

    Si esta tendencia se mantiene:

    • la actividad económica seguirá fortaleciéndose,
    • la inversión privada podría acelerarse,
    • y el sol peruano continuaría mostrando resistencia frente al dólar.

    El desafío, como siempre, será convertir expectativas en resultados concretos.

  • CONGRESO DA LUZ VERDE AL PRESUPUESTO PÚBLICO 2026: MÁS INVERSIÓN SOCIAL Y FOCO EN SEGURIDAD

    CONGRESO DA LUZ VERDE AL PRESUPUESTO PÚBLICO 2026: MÁS INVERSIÓN SOCIAL Y FOCO EN SEGURIDAD

    El Perú ya tiene aprobado el plan de gasto para el próximo año fiscal. Con 100 votos a favor, el Congreso respaldó el dictamen de la Ley de Presupuesto del Sector Público 2026, que asciende a más de S/ 257,561 millones. Se trata de un presupuesto que continúa priorizando sectores clave para el bienestar ciudadano: educación, salud, agua y saneamiento, y seguridad ciudadana.

    Este marco presupuestal fija los límites del gasto para el Gobierno Nacional, las regiones y los municipios, alineado a lo que establece la Constitución.

    📊 Disciplina fiscal: inversión sí, pero con reglas claras.

    El texto aprobado plantea restricciones para evitar recortes en inversión pública que puedan convertirse en incremento de gasto corriente. Es decir: se busca que el dinero destinado a infraestructura y desarrollo no termine absorbido por planillas o gastos operativos.

    Además, se asignan S/ 1,647 millones a los gobiernos regionales y locales, y se fortalecen programas orientados a grupos en situación de vulnerabilidad.

    👩‍⚕️👮 Seguridad y servicios esenciales: puntos fuertes del presupuesto.

    Entre las apuestas sociales más relevantes están:

    • S/ 542.6 millones para reducir la violencia contra la mujer 👉 Mejora de servicios de prevención, atención y protección
    • S/ 50 millones adicionales para seguridad ciudadana 👉 Transferencia condicionada para reforzar acciones contra delitos y faltas

    Asimismo, se autoriza el nombramiento total del personal asistencial CAS en el sector salud registrado hasta julio de 2022, lo que brinda estabilidad a profesionales en hospitales y centros médicos.

    🔬 Innovación y tecnología: una señal de futuro.

    El paquete presupuestal también impulsa la ciencia y la investigación. Entidades como Concytec, Ingemmet, ProInnóvate y Prociencia recibirán recursos para:

    • Fomentar la investigación científica
    • Fortalecer la tecnología nacional
    • Desarrollar capacidades técnicas del Estado

    🎓 Educación: más cobertura e infraestructura, sin ampliar planillas.

    El Ministerio de Educación podrá realizar modificaciones presupuestarias por S/ 100.7 millones para atender:

    • Inclusión de estudiantes con discapacidad
    • Formación docente
    • Tecnología educativa
    • Emergencias escolares

    📌 Pero con una condición: no se podrá usar para contratar personal, asegurando que los fondos se dirijan a bienes, servicios y mantenimiento.

    ⚖️ Equilibrio fiscal asegurado.

    El Congreso también aprobó la Ley de Equilibrio Financiero 2026, que define el origen de los recursos públicos: impuestos, contribuciones, explotación de recursos naturales, endeudamiento y donaciones.

    La ministra de Economía y Finanzas, Denisse Miralles, destacó que esta aprobación garantiza responsabilidad fiscal y permitirá seguir optimizando la recaudación mediante facultades legislativas otorgadas al Ejecutivo.

    🇵🇪 ¿Qué significa este presupuesto para la economía del Perú?

    Mayor gasto social impulsa demanda interna. La mayor inversión en seguridad y servicios básicos puede dinamizar sectores como construcción, comercio y empleo público.

    Salud y educación fortalecidas = mejor clima social. Más estabilidad en hospitales y condiciones educativas mejora la percepción ciudadana y el desempeño económico a mediano plazo.

    Ciencia e innovación generan competitividad. Esto puede atraer capital privado y reducir dependencia de commodities.

    💲 ¿Y el impacto sobre el tipo de cambio? ¿Sube o baja el dólar?

    El efecto sobre el tipo de cambio puede ir por dos vías:

    🔻 Factores que podrían fortalecer al sol.

    • Mayor dinamismo económico local → mayor entrada de capitales.
    • Mejor gestión fiscal → más confianza en los mercados.
    • Incremento de inversión pública → flujo de dólares al país.

    🔺 Factores que podrían presionar al alza al dólar.

    • Mayor gasto podría elevar expectativas de deuda futura.
    • Si la recaudación no crece como se espera, podría aumentar el riesgo fiscal.

    📌 En conjunto, este presupuesto no debería generar una fuerte depreciación del sol. Más bien, refuerza los fundamentos macroeconómicos, lo que contribuiría a mantener la estabilidad del tipo de cambio en el corto plazo.

    El Presupuesto 2026 está diseñado para proteger a la ciudadanía y recuperar la confianza en los servicios públicos, sin descuidar el equilibrio fiscal. Si su ejecución es eficiente, podría traducirse en:

    ➡ Un Perú más competitivo.

    ➡ Menor incertidumbre económica.

    ➡ Un tipo de cambio estable y controlado.

    La gran pregunta ahora es: ¿Serán las regiones y municipios capaces de ejecutar estos recursos con resultados visibles?

    Eso marcará la diferencia entre un presupuesto ambicioso… y uno realmente transformador.

  • ¿EL DÓLAR PIERDE FUERZA EN PERÚ? EL BCR ENTRA A ESCENA PARA FRENAR SU CAÍDA

    ¿EL DÓLAR PIERDE FUERZA EN PERÚ? EL BCR ENTRA A ESCENA PARA FRENAR SU CAÍDA

    El mercado cambiario peruano volvió a sorprender en noviembre. La cotización del dólar continuó retrocediendo frente al sol, aunque con un ritmo más moderado gracias a la intervención del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). La divisa estadounidense cerró el mes en S/ 3.365, acumulando una ligera variación negativa de 0.12%, menor a las caídas observadas en los meses previos.

    🏦 BCR aplica “freno suave” al descenso del dólar.

    Durante noviembre, la autoridad monetaria decidió comprar US$ 510 millones en el mercado spot. Esta estrategia [que no se veía con tanta intensidad desde 2020] tiene un objetivo claro: evitar que la depreciación del dólar avance demasiado rápido y genere desajustes en la economía local.

    Aunque el billete verde llegó momentáneamente a S/ 3.362, el nivel más bajo desde febrero del 2020, el BCR no busca revertir la tendencia, sino mantener un aterrizaje ordenado del tipo de cambio.

    📌 Dato clave: En lo que va del año, el dólar pierde más de 10% frente al sol.

    🌍💵 ¿Por qué el dólar sigue bajando?

    Las presiones bajistas sobre la divisa provienen tanto del entorno internacional como de factores propios de nuestro país:

    • Debilidad global del dólar, ante expectativas de recortes de tasas en EE. UU.
    • Fuerte ingreso de divisas al Perú por el aumento del superávit comercial, impulsado por minerales con precios elevados
    • Mayor oferta de dólares de empresas por obligaciones tributarias y pagos de gratificaciones
    • La liberación de fondos de AFP prevista también aporta más dólares al mercado

    Hasta ahora, la incertidumbre política no ha ejercido presión significativa sobre la moneda… algo poco común en el Perú.

    🔮 ¿Qué se espera para diciembre?

    La tendencia bajista podría continuar. De hecho, el dólar está por debajo de muchas proyecciones de cierre de año (entre S/ 3.40 y S/ 3.50), y los factores estacionales de diciembre seguirán aumentando la oferta de dólares.

    Sin embargo, el BCR mantendría su estrategia de intervenciones moderadas para controlar los movimientos bruscos.

    🇵🇪 ¿Y qué significa todo esto para el Perú?

    📌 Impactos económicos positivos:

    • Menor tipo de cambio abarata las importaciones: alimentos, tecnología, combustibles
    • Ayuda a contener la inflación, especialmente la de bienes importados
    • Mejora la confianza del consumidor al aumentar su poder adquisitivo en soles

    📌 Impactos económicos negativos o riesgos:

    • Afecta ingresos en soles de exportadores (sobre todo mineros)
    • Puede desincentivar inversiones orientadas al sector externo
    • Si la caída continúa demasiado rápido, podría generar desequilibrios en cuentas externas.

    🔁 Conclusión: un sol fortalecido, pero con vigilancia

    El dólar continúa en modo descenso y el sol mantiene una fortaleza destacada en la región. Sin embargo, el BCRP actúa como “piloto de estabilidad”, evitando que la apreciación de la moneda local vaya demasiado lejos o demasiado rápido.

    La pregunta final es inevitable: ¿Estamos en el inicio de un ciclo prolongado de sol fuerte… o solo vivimos un respiro antes de futuras turbulencias?

    Lo cierto es que diciembre marcará el tono del cierre económico del año y el punto de partida para las expectativas del 2026.

  • EE.UU. EN ALERTA: LA CONFIANZA DEL CONSUMIDOR SE DESPLOMA Y TOCA NIVELES CRÍTICOS

    EE.UU. EN ALERTA: LA CONFIANZA DEL CONSUMIDOR SE DESPLOMA Y TOCA NIVELES CRÍTICOS

    Un retroceso que revive temores económicos.

    La confianza del consumidor estadounidense volvió a deteriorarse en noviembre y se acercó a uno de los puntos más bajos registrados en la historia reciente. Los resultados difundidos por la Universidad de Michigan muestran que los hogares perciben con mayor pesimismo su situación financiera y las condiciones económicas del país.

    El índice final de confianza cayó a 51 puntos, por debajo de los 53,6 registrados en octubre. Aunque la cifra supera levemente la lectura preliminar, continúa reflejando un ánimo debilitado entre los consumidores.

    Condiciones actuales en suelo histórico.

    La evaluación que hacen los estadounidenses sobre su situación presente sufrió una fuerte caída: el indicador retrocedió 7,5 puntos hasta situarse en 51,1, marcando un mínimo histórico. Las expectativas sobre la evolución futura de las finanzas personales tampoco ofrecen un panorama alentador, alcanzando su punto más sombrío desde 2009.

    Según Joanne Hsu, directora de la encuesta, los hogares siguen afectados por precios que continúan elevados e ingresos que pierden fuerza, factores que erosionan su confianza y capacidad de gasto.

    Inflación esperada: menos presión, pero preocupación persistente.

    A pesar del desánimo, las expectativas de inflación muestran una ligera mejora. Los consumidores proyectan que los precios subirán 4,5% en los próximos 12 meses, acumulando tres meses consecutivos de desaceleración en las expectativas. Para el horizonte de cinco a diez años, estiman una inflación anual promedio de 3,4%, por debajo del 3,9% de octubre.

    Sin embargo, la inflación sigue siendo un problema estructural en la percepción del consumidor, que continúa sintiendo el peso del costo de vida, sobre todo en sectores de ingresos más bajos.

    Mercado laboral: señales de tensión.

    El informe alerta que la probabilidad de perder el empleo alcanzó su nivel más alto desde mediados de 2020. Esto coincide con el aumento de las solicitudes continuas del seguro de desempleo, ahora en su cifra más elevada en cuatro años. El mensaje es claro: conseguir un nuevo trabajo se está volviendo más difícil para quienes ya salieron del mercado laboral.

    Una economía partida en dos.

    El estudio también revela una brecha que se ensancha.
    Mientras los hogares de mayores ingresos [particularmente los que poseen activos financieros como acciones] aún tienen margen para sostener su consumo, las familias con menos recursos muestran un deterioro mucho más acelerado en sus finanzas.

    Hsu advierte que esta dualidad puede hacer que los indicadores macroeconómicos luzcan sólidos a pesar de que ciertos grupos enfrentan vulnerabilidades profundas.

    Pesimismo para el corto plazo.

    Pese al cierre del prolongado shutdown gubernamental, los consumidores mantienen una visión más negativa sobre el futuro inmediato de la economía. Las condiciones para adquirir bienes duraderos, como autos o electrodomésticos de alto valor, cayeron a un mínimo histórico.

    La encuesta —realizada entre el 3 y el 17 de noviembre— refleja que la recuperación del ánimo del consumidor todavía está lejos de consolidarse.

    ¿Cómo afecta este deterioro de la confianza a la economía peruana?

    Menos dinamismo externo y presión sobre nuestras exportaciones.

    Una caída sostenida de la confianza del consumidor en Estados Unidos suele traducirse en menor gasto interno y, por extensión, menor demanda de bienes importados. Para Perú, esto implica:

    • posible menor demanda por algunos productos de exportación, especialmente aquellos vinculados al consumo y la industria;
    • un entorno internacional menos favorable para los precios de commodities no tradicionales;
    • mayor sensibilidad del mercado global ante cualquier señal de desaceleración estadounidense.

    Aunque los envíos de minerales suelen depender más de factores industriales que del consumo, un clima de incertidumbre prolongado puede influir en el apetito global por materias primas.

    Impacto en el tipo de cambio en el Perú:

    El dólar podría mostrar altibajos, pero sin tendencia definida.

    El desplome de la confianza del consumidor en EE.UU. genera dos fuerzas contrapuestas que influyen en el tipo de cambio peruano:

    1. Si los mercados interpretan estos datos como señal de desaceleración, podría aumentar la probabilidad de recortes de tasas por parte de la FED, lo que —en teoría— debilitaría al dólar a nivel global.
    2. Sin embargo, el aumento del temor a una recesión puede fortalecer temporalmente al dólar, ya que los inversionistas suelen refugiarse en activos estadounidenses en épocas de incertidumbre.

    En el caso peruano, estos movimientos podrían traducirse en fluctuaciones moderadas, pero no en un cambio estructural. El sol ha mostrado fortaleza durante el año gracias a:

    • sólidos términos de intercambio,
    • estabilidad macroeconómica,
    • acciones oportunas del BCRP para suavizar la volatilidad.

    Por ello, aunque el dólar podría registrar pequeños repuntes o correcciones, no se anticipa una presión sostenida al alza mientras los fundamentos locales se mantengan firmes.

    Señales de alerta desde EE.UU., atención obligatoria para el Perú.

    La caída de la confianza del consumidor estadounidense es un recordatorio de que la economía global está transitando un periodo de vulnerabilidad. Para Perú, el impacto será moderado pero relevante, especialmente en exportaciones sensibles al ciclo y en el comportamiento del tipo de cambio.

  • EL BCRP ROMPE SU SILENCIO Y COMPRA DÓLARES TRAS LA RÁPIDA APRECIACIÓN DEL SOL

    EL BCRP ROMPE SU SILENCIO Y COMPRA DÓLARES TRAS LA RÁPIDA APRECIACIÓN DEL SOL

    Una jugada inesperada en el mercado cambiario.

    El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) sorprendió a los operadores financieros al intervenir en el mercado de divisas con una compra spot de US$27 millones a un tipo de cambio de S/3,366 por dólar, según informó Francisco Grippa, economista principal de BBVA Research.

    La operación, realizada el miércoles 5 de noviembre, llamó la atención porque el BCRP no ejecutaba compras spot de dólares desde hace más de cinco años, una herramienta que generalmente se reserva para momentos puntuales de corrección cambiaria.

    Grippa explicó que esta acción refleja la incomodidad del ente emisor frente a la rápida apreciación del sol, que en pocas semanas había alcanzado niveles no vistos desde 2020. “El Banco Central parece haber considerado que el ritmo de fortalecimiento del sol era demasiado acelerado y podría generar desequilibrios”, señaló el economista.

    ¿Por qué el sol peruano se ha fortalecido tanto?

    Durante el 2025, el sol peruano se ha apreciado más de 10% frente al dólar, consolidándose como una de las monedas más fuertes de la región. Detrás de este desempeño destacan dos factores principales:

    1. La debilidad global del dólar estadounidense, impulsada por las expectativas de recortes de tasas de interés por parte de la Reserva Federal (FED), lo que ha reducido la demanda por activos en dólares.
    2. El boom de los términos de intercambio del Perú, que alcanzaron niveles récord en 75 años, gracias al elevado precio del cobre, oro y gas natural, pilares de las exportaciones nacionales.

    De acuerdo con BBVA Research, esta combinación de dólar débil y commodities fuertes podría mantener la solidez del sol durante el próximo año, respaldando la estabilidad macroeconómica y la confianza de los inversionistas extranjeros.

    Efectos de un sol demasiado fuerte.

    Aunque la apreciación del sol puede parecer positiva a primera vista, no está exenta de riesgos para la economía real.

    Un tipo de cambio bajo reduce los ingresos en soles de los exportadores, ya que por cada dólar recibido obtienen menos moneda local. Esto erosiona su rentabilidad y puede restar competitividad internacional si deciden ajustar sus precios al alza.

    Por otro lado, un sol fuerte abarata las importaciones, lo que favorece a los consumidores y empresas que compran insumos del exterior. Sin embargo, esto también afecta a los productores nacionales que deben competir con bienes importados más baratos.

    Además, cuando el fortalecimiento del sol es rápido o transitorio, puede provocar movimientos bruscos de capital, generando volatilidad financiera. Si el tipo de cambio se revierte, esos flujos podrían retirarse igual de rápido, elevando la incertidumbre en los mercados.

    ¿Qué esperar del tipo de cambio hacia el 2026?

    Según las proyecciones de BBVA Research, el tipo de cambio promedio se ubicaría entre S/3,40 y S/3,50 por dólar al cierre del 2025, en línea con una moderación del dólar global y una economía peruana estable.

    No obstante, el banco advierte que el proceso electoral de 2026 podría generar presiones alcistas sobre la divisa estadounidense, dependiendo del tono del debate político y de la confianza que inspiren los candidatos.

    Pasadas las elecciones, y con una política monetaria más relajada en Estados Unidos, el sol podría retomar su tendencia de apreciación, ubicándose entre S/3,35 y S/3,45 por dólar hacia fines del 2026.

    El rumbo del tipo de cambio, añade el informe, dependerá en gran medida de quiénes asuman la conducción de las principales instituciones económicas del país, especialmente el Ministerio de Economía y el Banco Central.

    Impacto para el Perú y el tipo de cambio: estabilidad, pero con cautela.

    La reciente intervención del BCRP envía una señal clara al mercado: la autoridad monetaria está dispuesta a evitar que el sol se aprecie en exceso, preservando la competitividad de las exportaciones y el equilibrio financiero.

    Para el Perú, un sol demasiado fuerte puede reducir ingresos fiscales ligados al comercio exterior, especialmente por la menor conversión de dólares a soles en el sector minero. No obstante, abarata las importaciones de alimentos, combustibles y tecnología, ayudando a contener la inflación interna.

    En el corto plazo, esta operación sugiere que el tipo de cambio podría estabilizarse entre S/3,35 y S/3,40, respaldado por la confianza en la gestión del BCRP y la resistencia de la economía peruana frente al contexto global.

    El BCRP toma el timón antes de que el sol brille demasiado.

    La compra de dólares del Banco Central marca un punto de inflexión en la política cambiaria reciente. El mensaje es claro: un sol fuerte sí, pero no descontrolado.

    En un año donde los flujos de capital, los precios de los metales y la política estadounidense marcarán la pauta, el Perú vuelve a mostrar su madurez financiera. El reto, como siempre, estará en mantener el equilibrio entre estabilidad monetaria y competitividad económica, en un entorno global que cambia tan rápido como la cotización del dólar.

  • FITCH RATIFICA LA CONFIANZA EN EL PERÚ, PERO ADVIERTE QUE LA POLÍTICA SIGUE SIENDO SU PUNTO DÉBIL

    FITCH RATIFICA LA CONFIANZA EN EL PERÚ, PERO ADVIERTE QUE LA POLÍTICA SIGUE SIENDO SU PUNTO DÉBIL

    Una economía que resiste pese al ruido político.

    En un contexto de tensiones políticas y cambios en el liderazgo, Fitch Ratings reafirmó la calificación crediticia del Perú en “BBB” con perspectiva estable, manteniendo así su grado de inversión. La agencia destacó la fortaleza macroeconómica del país, sustentada en una deuda pública moderada, amplias reservas internacionales y un banco central con alta credibilidad.

    Sin embargo, el informe no pasó por alto el principal obstáculo del Perú: su inestabilidad política crónica. Fitch advirtió que la debilidad institucional, el clima de inseguridad y las tensiones sociales continúan limitando el crecimiento sostenible y la atracción de inversión extranjera.

    Calma en los mercados tras la salida de Boluarte.

    La revisión de Fitch se publicó tras la vacancia de Dina Boluarte y la asunción del presidente interino José Jerí, un episodio que, sorprendentemente, no generó turbulencias financieras. El sol peruano se mantuvo estable, los bonos soberanos conservaron su rendimiento y los inversionistas internacionales no mostraron señales de fuga, reflejando la confianza en la gestión económica prudente del país.

    La agencia valoró la política fiscal responsable y la solidez monetaria del BCRP, pero advirtió que la incertidumbre electoral de 2026 podría reavivar los riesgos si el debate político se polariza o surgen propuestas populistas. “El rumbo de las políticas podría tornarse incierto a medida que avance la campaña”, señaló Fitch en su informe.

    Ajuste fiscal y retos pendientes.

    Fitch destacó que la consolidación fiscal avanza gradualmente. Se prevé que el déficit del sector público se reduzca de 3.6% del PBI en 2024 a 2.5% en 2025, apoyado en mayores ingresos tributarios y control del gasto público. No obstante, el reporte advierte que gran parte del esfuerzo de ajuste recaerá sobre el próximo gobierno, en un contexto donde las presiones sociales y políticas pueden dificultar la disciplina fiscal.

    La agencia estima un déficit de 2.2% del PBI en 2026 y 1.9% en 2027, cifras algo más elevadas que las proyectadas por el Ministerio de Economía y Finanzas.

    La deuda se mantiene baja, pero cambia su composición.

    Uno de los aspectos más llamativos del informe es la evolución del endeudamiento público. Si bien la deuda total seguirá siendo una de las más bajas de la región (alrededor del 33% del PBI en 2026), Fitch advirtió sobre un aumento del componente en moneda extranjera, que pasó del 27% en 2019 al 46% actual.

    Este cambio refleja una mayor dependencia del financiamiento externo, vinculada a la pérdida de profundidad de los mercados locales tras las liberaciones de fondos de pensiones. Aunque el nivel de deuda sigue siendo sostenible, la exposición cambiaria podría aumentar la vulnerabilidad ante choques externos.

    Reservas récord: el gran escudo del Perú.

    En contraste, el frente externo muestra un panorama mucho más alentador. Fitch proyecta que las reservas internacionales superarán los US$87.000 millones en 2025, equivalentes al 27% del PBI y más de diez meses de importaciones. Este “colchón financiero” es muy superior al promedio regional y actúa como amortiguador frente a crisis externas o presiones sobre el tipo de cambio.

    La agencia resaltó la credibilidad del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), cuya política monetaria “sigue siendo un ancla clave para la estabilidad del sol”, incluso en momentos de volatilidad política o cambios de gobierno.

    Riesgos internos: inseguridad, extorsión y desconfianza.

    Aun con estos sólidos fundamentos, Fitch alertó sobre nuevas fuentes de inestabilidad: el avance de la delincuencia organizada, la extorsión y el malestar social. Estos factores podrían afectar la inversión privada y el clima de negocios, limitando el crecimiento potencial del país, que se mantiene en torno al 3.2% para 2025 y 2.8% para 2026.

    Impacto para el Perú y el tipo de cambio.

    La decisión de Fitch refuerza la confianza internacional en la economía peruana, un factor que ha contribuido a la estabilidad del sol frente al dólar. Tras el anuncio, el tipo de cambio se mantuvo con ligera tendencia a la baja, apoyado en la mayor entrada de capitales extranjeros y en la percepción de bajo riesgo crediticio soberano.

    Además, el respaldo de Fitch llega en un momento en que los inversionistas buscan mercados emergentes con fundamentos sólidos, lo que podría fortalecer aún más la posición del Perú en la región. No obstante, el ruido político interno sigue siendo un factor de vulnerabilidad: una eventual escalada de tensiones o un discurso populista durante la campaña electoral podría revertir el optimismo actual.

    En resumen, el Perú mantiene su atractivo financiero, pero su desafío es político: lograr estabilidad y continuidad institucional para que la confianza de los mercados se traduzca en crecimiento sostenido y tipo de cambio estable.

    Un país fiscalmente fuerte, pero políticamente frágil.

    El veredicto de Fitch es claro: la economía peruana sigue siendo una de las más sólidas de América Latina, pero su clase política continúa marcando el límite de su potencial. Con reservas robustas, baja deuda y un banco central confiable, el país tiene los cimientos para seguir creciendo, pero necesita reconstruir su confianza institucional para que la estabilidad financiera no dependa únicamente de su resiliencia económica.

  • TRUMP VUELVE A DESAFIAR A CHINA: ESCALADA ARANCELARIA SACUDE A LOS MERCADOS

    TRUMP VUELVE A DESAFIAR A CHINA: ESCALADA ARANCELARIA SACUDE A LOS MERCADOS

    La tensión comercial entre las dos mayores potencias del mundo vuelve a intensificarse. El presidente estadounidense Donald Trump amenazó con elevar nuevamente los aranceles a China y dejar en suspenso una reunión clave con Xi Jinping, reavivando los temores de una guerra comercial prolongada.

    Tregua frágil entre Washington y Beijing.

    Todo comenzó el pasado 4 de febrero de 2025, cuando Trump impuso un arancel base de 10% a todas las importaciones chinas. Desde entonces, ambos países han respondido con medidas espejo que golpean múltiples sectores estratégicos —desde el agrícola y el industrial hasta el tecnológico—, dejando en evidencia que la tregua arancelaria acordada para noviembre pende de un hilo.

    Este 10 de octubre, el mandatario republicano subió el tono en su red Truth Social: amenazó con nuevos aranceles y con cancelar la esperada reunión bilateral de fin de mes. Beijing, por su parte, endureció su postura aplicando controles a la exportación de tierras raras, un insumo clave para industrias estadounidenses de alta tecnología, especialmente la de semiconductores.

    Aerolíneas y transporte marítimo, en la línea de fuego.

    Las tensiones también se trasladaron a los cielos y al mar. Washington evalúa restringir el sobrevuelo de aerolíneas chinas sobre Rusia, mientras que Beijing respondió con un golpe certero: impondrá tasas portuarias adicionales a buques de bandera o propiedad estadounidense desde la próxima semana.

    Esta decisión tiene un efecto directo sobre costos logísticos globales, que ya venían presionados por conflictos geopolíticos en otras regiones.

    Un temblor que no sacudió al sol peruano.

    A diferencia de crisis anteriores, esta nueva escalada no ha provocado un repunte brusco del dólar en Perú. Por el contrario, el tipo de cambio ha mostrado un comportamiento más estable e incluso a la baja, respaldado por factores internos como el ingreso de divisas por exportaciones mineras y una posición sólida del Banco Central de Reserva (BCRP).

    Sin embargo, un deterioro mayor en la relación entre EE. UU. y China podría afectar la demanda global de materias primas, especialmente cobre, uno de los pilares de la economía peruana. Si esa tensión se prolonga, podría generar volatilidad cambiaria a mediano plazo y presionar las proyecciones de crecimiento para 2025.

    Lo que viene: mercados en modo cautela.

    Los mercados financieros globales reaccionaron con retrocesos en bolsas y un dólar debilitado frente a otras divisas, reflejando la cautela de los inversionistas. La posibilidad de que Washington y Beijing no logren recomponer su diálogo comercial eleva la incertidumbre y mantiene en alerta a las economías emergentes.

    Para el Perú, este escenario podría no tener un impacto inmediato en el tipo de cambio, pero sí plantea riesgos si la guerra comercial escala y termina afectando la demanda internacional de commodities.

  • CRISIS POLÍTICA EN PERÚ: DINA BOLUARTE DESTITUIDA POR EL CONGRESO TRAS ACUSACIONES DE INCAPACIDAD MORAL

    CRISIS POLÍTICA EN PERÚ: DINA BOLUARTE DESTITUIDA POR EL CONGRESO TRAS ACUSACIONES DE INCAPACIDAD MORAL

    La inestabilidad política vuelve a sacudir al Perú. En una decisión histórica y unánime, el Congreso de la República aprobó la vacancia presidencial de Dina Boluarte, cerrando un ciclo de poco menos de tres años marcado por tensiones, escándalos y una profunda crisis de gobernabilidad.

    Una destitución sin precedentes.

    En una sesión que captó la atención nacional e internacional, 121 congresistas votaron a favor de la vacancia, sin que se registraran votos en contra ni abstenciones. Con ello, el Parlamento puso fin al mandato de Boluarte a la medianoche del 10 de octubre de 2025, y de acuerdo con el orden constitucional, el presidente del Congreso, José Jerí, asumió de inmediato la conducción del Ejecutivo.

    Esta destitución [invocando la figura de “incapacidad moral permanente”] se convierte en uno de los episodios políticos más contundentes de las últimas décadas. Con Boluarte, el Perú suma seis presidentes en menos de diez años, un récord que refleja la fragilidad institucional del país andino.

    El camino hacia la vacancia: entre escándalos y pérdida de legitimidad.

    El proceso comenzó el 9 de octubre, cuando distintas bancadas parlamentarias impulsaron cuatro mociones de vacancia sustentadas en denuncias de corrupción, entre ellas el sonado caso “Rolexgate”, que había afectado gravemente la imagen del Gobierno. También se criticó la ineficacia del Ejecutivo frente a la inseguridad ciudadana, que se había convertido en la principal preocupación de la población.

    Tras obtener los votos necesarios para admitir la moción (56 como mínimo), el Congreso avanzó hacia un juicio político exprés que concluyó con una abrumadora mayoría a favor de la destitución. Incluso las fuerzas políticas que habían sostenido al gobierno —como Fuerza Popular, Renovación Popular y Alianza para el Progreso— se sumaron a la votación, evidenciando el aislamiento político de Boluarte en sus últimos días de gestión.

    El hecho que aceleró su caída.

    El detonante final fue el ataque armado ocurrido durante un concierto del grupo Agua Marina en Chorrillos, Lima. El atentado, que dejó varios heridos, desató una ola de indignación y fue percibido como la muestra más visible del deterioro del control estatal sobre la seguridad pública.

    Este suceso terminó por hundir la credibilidad del gobierno y acelerar un desenlace que ya parecía inevitable. Los sectores sociales y empresariales coincidieron en que el país atravesaba una “parálisis de autoridad”, y la presión política se volvió insostenible.

    Impacto económico: estabilidad sorprendente en medio del caos.

    A diferencia de crisis anteriores, la destitución de Dina Boluarte no generó turbulencia significativa en los mercados financieros. De hecho, el tipo de cambio mostró una leve apreciación del sol frente al dólar, reflejo de la confianza en la institucionalidad económica del país y del rol estabilizador del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).

    El mercado cambiario respondió con moderación, sin sobresaltos notables, lo que evidencia que los inversionistas diferencian la inestabilidad política del manejo macroeconómico, percibido como prudente y sólido. El BCRP actuó preventivamente, garantizando liquidez y transmitiendo seguridad a los agentes económicos.

    En los días posteriores a la vacancia, la cotización del dólar retrocedió ligeramente, lo que sugiere que el sol peruano mantiene su fortaleza estructural, apoyado en fundamentos como la estabilidad fiscal, la solidez del sistema bancario y las expectativas inflacionarias controladas.

    Perspectivas: política convulsa, economía resiliente

    La salida de Boluarte no ha desatado pánico financiero, pero sí abre un nuevo capítulo de incertidumbre política. Los analistas coinciden en que el reto del nuevo gobierno será preservar la estabilidad macroeconómica y reconstruir la confianza interna, sin descuidar las demandas sociales que siguen latentes.

    El Perú demuestra, una vez más, que su economía es más resistente que su política. Sin embargo, la sucesión de crisis presidenciales plantea una pregunta inevitable: ¿hasta cuándo podrá el país sostener su fortaleza económica si la inestabilidad política se convierte en una constante?

  • LA ECONOMÍA DE EE. UU. SORPRENDE: SU PBI CRECE 3,8% Y MARCA EL MAYOR AVANCE EN CASI DOS AÑOS

    LA ECONOMÍA DE EE. UU. SORPRENDE: SU PBI CRECE 3,8% Y MARCA EL MAYOR AVANCE EN CASI DOS AÑOS

    Un repunte inesperado.

    La economía estadounidense registró un crecimiento anualizado de 3,8% en el segundo trimestre de 2025, según el reporte de la Oficina de Análisis Económico. La cifra superó con amplitud la proyección de 3,3% y se convirtió en el ritmo de expansión más sólido desde 2023.

    De la caída a la recuperación.

    Tras haber retrocedido 0,6% en el primer trimestre, el Producto Bruto Interno (PBI) se recuperó con fuerza, avanzando 0,9% en términos trimestrales. El rebote estuvo apoyado en dos motores principales: una marcada contracción de las importaciones y un consumo de los hogares más dinámico. Estos factores compensaron la debilidad en la inversión privada y en las exportaciones.

    El papel del consumidor y la caída de importaciones.

    El gasto de los consumidores aceleró su crecimiento a 2,5%, un salto notable frente al 0,6% de los primeros tres meses del año. A la par, las importaciones se desplomaron más de 29% en el trimestre, tras haber alcanzado niveles récord a comienzos de 2025. Esta reducción en las compras al exterior fue clave para sostener el repunte económico.

    Inversión y gasto público en retroceso.

    No todo fue positivo: la inversión privada se contrajo de manera significativa, con una caída de 5,1% en la construcción de viviendas y un retroceso en los inventarios de las empresas, lo que restó más de tres puntos al crecimiento total. Además, el gasto del gobierno federal también se redujo en más de 5%, lo que evidencia un ajuste en la política fiscal.

    ¿Qué significa para el Perú?

    El repunte de la economía estadounidense tiene un doble efecto para el Perú. Por un lado, impulsa la demanda de exportaciones peruanas, sobre todo de minerales como el cobre, que suelen verse beneficiados por un mayor dinamismo industrial en EE. UU. Esto podría reforzar la balanza comercial y generar ingresos adicionales de divisas.

    Por otro lado, el fortalecimiento económico de EE. UU. puede traducirse en un dólar más sólido frente a las monedas emergentes. En el caso peruano, esto podría presionar al alza el tipo de cambio, encareciendo importaciones y elevando costos en sectores sensibles como combustibles y alimentos.

    Un escenario de oportunidades y riesgos.

    Mientras la mayor economía del mundo muestra resiliencia, el Perú debe estar atento a cómo este crecimiento impactará en sus exportaciones y en la cotización del dólar. Si bien el repunte estadounidense puede abrir espacio para un mayor flujo de capitales hacia mercados emergentes, también incrementa la volatilidad cambiaria. En este contexto, la política monetaria del BCR será clave para mantener la estabilidad en el mercado peruano.

  • JULIO VELARDE SE DESPIDE: ¿QUIÉN TOMARÁ LA POSTA EN EL BCRP Y QUÉ SIGNIFICA PARA EL PERÚ?

    JULIO VELARDE SE DESPIDE: ¿QUIÉN TOMARÁ LA POSTA EN EL BCRP Y QUÉ SIGNIFICA PARA EL PERÚ?

    El fin de una era en la política monetaria.

    Julio Velarde, presidente del Banco Central de Reserva (BCR) desde 2006, adelantó que no buscaría continuar en el cargo cuando culmine su mandato en julio de 2026. Reconocido por su papel en la estabilidad macroeconómica del país y premiado internacionalmente por su gestión, Velarde aseguró que su permanencia no depende de él y que no tiene intención de solicitar una nueva designación.

    Sucesores en la mira.

    El economista subrayó que preferiría que su reemplazo provenga de las filas del propio BCR. Entre los nombres que puso sobre la mesa destacan Adrián Armas, actual gerente central de Estudios Económicos, y Paul Castillo, gerente general de la entidad. Además, señaló que existen al menos dos candidatos más en reserva, sin dar mayores detalles.

    Para Velarde, la ventaja de elegir un sucesor interno es la capacidad de continuar sin tropiezos el trabajo técnico de la institución. “Si tuviera que escoger ahora, miraría a mi izquierda o a mi derecha”, comentó en alusión a Castillo y Armas.

    Reconocimientos y legado.

    Desde su designación en 2006, Velarde ha sido ratificado por tres presidentes de distintos signos políticos, lo que evidencia la confianza en su liderazgo. Su gestión ha permitido que el sol peruano se mantenga sólido en contextos internacionales turbulentos y ha consolidado al BCR como un referente en la región. Entre sus distinciones figuran el premio a Banquero Central del Año (2015) y Banquero Central de las Américas (2020).

    Crecimiento con mirada cautelosa.

    El último Reporte de Inflación elevó la proyección de crecimiento económico para el 2025 de 3.1% a 3.2%. Velarde señaló que el panorama electoral podría moderar este dinamismo, aunque, por ahora, las expectativas empresariales siguen positivas. Indicadores como la masa salarial y la importación de bienes de capital muestran señales de fortaleza.

    “No percibo aún un efecto electoral negativo. Las intenciones de inversión se mantienen, aunque todo dependerá de que no aparezca un candidato que genere incertidumbre”, advirtió.

    Diferencias con la FED.

    Mientras la Reserva Federal de EE.UU. anticipa nuevos recortes de tasas en 2025, el BCR peruano no necesariamente seguirá esa ruta. Velarde remarcó que, por el momento, la economía local no exige una política monetaria más agresiva. El mercado proyecta entre cero y un recorte de tasas en el próximo año.

    Además, alertó que las presiones políticas que enfrenta la FED podrían tener un efecto contagio en la región. En ese sentido, reiteró que la independencia del BCR es vital para preservar la estabilidad de precios en el Perú.

    Impacto para el Perú y el tipo de cambio

    La salida de Velarde marcará un punto de inflexión para la economía peruana. Su figura ha sido clave para sostener la confianza de inversionistas nacionales y extranjeros. La elección de su sucesor no solo tendrá implicancias en la política monetaria, sino también en la percepción de riesgo país.

    En el frente cambiario, la transición en el BCR podría generar volatilidad en el sol frente al dólar, especialmente si el nuevo presidente no goza de la misma credibilidad que Velarde. Un relevo con menor experiencia podría traducirse en presiones alcistas sobre el tipo de cambio, encareciendo importaciones y elevando el costo de vida. Por el contrario, si el sucesor mantiene la línea técnica y el compromiso con la estabilidad, el sol podría mantenerse firme incluso frente a un contexto internacional incierto.