En el primer trimestre de 2025, el PBI de Estados Unidos se redujo en 0.3%, marcando un cambio drástico respecto al crecimiento del 2.4% en el cuarto trimestre de 2024. El presidente Donald Trump responsabilizó a Joe Biden por la caída y rechazó que los aranceles fueran culpables, aunque expertos señalan que su estrategia comercial ya está afectando el desempeño económico del país. Luego del anuncio, Wall Street inició la jornada con pérdidas.
Primer trimestre 2025, bajo el mandato de Trump.
La economía de Estados Unidos registró una contracción del 0.3% en el primer trimestre de 2025, marcando su primera caída en tres años, según datos del Departamento de Comercio. Este descenso sorprendió a los mercados y coincidió con la llegada de Donald Trump a la presidencia el 20 de enero, tras asumir con promesas de cambios radicales en la política comercial y fiscal.
La caída del PBI, ajustado por inflación, contrasta con el crecimiento del 2.4% alcanzado en el último trimestre de 2024 bajo la gestión de Joe Biden. Aunque condiciones estacionales, como fuertes tormentas invernales, afectaron el consumo, los analistas coinciden en que el nuevo enfoque económico, centrado en una política arancelaria más agresiva, ya está comenzando a modificar los patrones de crecimiento del país.
Donald Trump se deslindó rápidamente de la contracción económica del primer trimestre de 2025, atribuyéndola a la gestión de Joe Biden y negando que sus políticas arancelarias tuvieran efectos negativos. A través de Truth Social, afirmó que el retroceso se debía a las “malas cifras” heredadas y prometió un futuro auge económico. Sin embargo, los analistas discrepan con esa interpretación. Según los datos, la principal causa de la caída fue un inesperado aumento en las importaciones, provocado por la anticipación de empresas y consumidores a los nuevos aranceles, lo que redujo casi cinco puntos porcentuales del PBI.
Los aranceles, principal causa de la desaceleración.
Los efectos de la nueva guerra comercial impulsada por Trump ya comienzan a sentirse. A pesar de un aumento en la inversión empresarial en equipos, las encuestas muestran un creciente pesimismo entre los líderes corporativos. El gasto de los consumidores, aunque todavía sólido, se desaceleró del 4% al 1.8%, influenciado por factores climáticos y una caída en la confianza tras la llegada de Trump al poder.
El economista Ben Herzon advirtió que, aunque la economía aún tiene puntos fuertes, el daño por la incertidumbre y los aranceles podría ser significativo. Los analistas prevén una desaceleración mayor si continúan las políticas que encarecen las importaciones y aumentan la volatilidad.
El debate también se extiende a los aspectos técnicos de la contracción. Como el PBI solo mide lo producido dentro del país, un aumento de importaciones, aunque relacionado con mayor demanda, puede reducir el crecimiento. Los datos preliminares no reflejaron adecuadamente el aumento de inventarios, lo que distorsionó las cifras.
Se espera que los datos sean ajustados más adelante, pero los economistas ya ven cambios en el comportamiento empresarial. Diane Swonk, economista de KPMG, resumió que “seguimos poniendo peso sobre la economía en lugar de levantarlo”.
Tendencia bajista en los mercados.
Los mercados reaccionaron negativamente tras la publicación de las cifras del PBI. Wall Street abrió con pérdidas: el Nasdaq cayó 2.4%, el S&P 500 retrocedió 1.78% y el Dow Jones perdió 1.34%. Los futuros de los índices también se desplomaron, reflejando la preocupación por el rumbo económico.
Los analistas vinculan la caída bursátil a las dudas sobre el impacto de los aranceles y la inestabilidad generada por su implementación errática. Trump ha anunciado y suspendido medidas arancelarias varias veces, lo que ha dificultado la planificación empresarial y aumentado la incertidumbre en los mercados.
A pesar de la caída, Trump mantiene un discurso optimista, asegurando que los aranceles “traerán de vuelta las fábricas a EE.UU.” y que el país “prosperará como nunca antes”. Sin embargo, los datos actuales indican que, por ahora, su política comercial genera más incertidumbre que beneficios inmediatos.
Fuente: Semana Económica.
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