TRUMP VUELVE A DESAFIAR A CHINA: ESCALADA ARANCELARIA SACUDE A LOS MERCADOS

La tensión comercial entre las dos mayores potencias del mundo vuelve a intensificarse. El presidente estadounidense Donald Trump amenazó con elevar nuevamente los aranceles a China y dejar en suspenso una reunión clave con Xi Jinping, reavivando los temores de una guerra comercial prolongada.

Tregua frágil entre Washington y Beijing.

Todo comenzó el pasado 4 de febrero de 2025, cuando Trump impuso un arancel base de 10% a todas las importaciones chinas. Desde entonces, ambos países han respondido con medidas espejo que golpean múltiples sectores estratégicos —desde el agrícola y el industrial hasta el tecnológico—, dejando en evidencia que la tregua arancelaria acordada para noviembre pende de un hilo.

Este 10 de octubre, el mandatario republicano subió el tono en su red Truth Social: amenazó con nuevos aranceles y con cancelar la esperada reunión bilateral de fin de mes. Beijing, por su parte, endureció su postura aplicando controles a la exportación de tierras raras, un insumo clave para industrias estadounidenses de alta tecnología, especialmente la de semiconductores.

Aerolíneas y transporte marítimo, en la línea de fuego.

Las tensiones también se trasladaron a los cielos y al mar. Washington evalúa restringir el sobrevuelo de aerolíneas chinas sobre Rusia, mientras que Beijing respondió con un golpe certero: impondrá tasas portuarias adicionales a buques de bandera o propiedad estadounidense desde la próxima semana.

Esta decisión tiene un efecto directo sobre costos logísticos globales, que ya venían presionados por conflictos geopolíticos en otras regiones.

Un temblor que no sacudió al sol peruano.

A diferencia de crisis anteriores, esta nueva escalada no ha provocado un repunte brusco del dólar en Perú. Por el contrario, el tipo de cambio ha mostrado un comportamiento más estable e incluso a la baja, respaldado por factores internos como el ingreso de divisas por exportaciones mineras y una posición sólida del Banco Central de Reserva (BCRP).

Sin embargo, un deterioro mayor en la relación entre EE. UU. y China podría afectar la demanda global de materias primas, especialmente cobre, uno de los pilares de la economía peruana. Si esa tensión se prolonga, podría generar volatilidad cambiaria a mediano plazo y presionar las proyecciones de crecimiento para 2025.

Lo que viene: mercados en modo cautela.

Los mercados financieros globales reaccionaron con retrocesos en bolsas y un dólar debilitado frente a otras divisas, reflejando la cautela de los inversionistas. La posibilidad de que Washington y Beijing no logren recomponer su diálogo comercial eleva la incertidumbre y mantiene en alerta a las economías emergentes.

Para el Perú, este escenario podría no tener un impacto inmediato en el tipo de cambio, pero sí plantea riesgos si la guerra comercial escala y termina afectando la demanda internacional de commodities.

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