En un esfuerzo por dinamizar la economía peruana, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha comunicado avances significativos en la implementación del llamado shock desregulatorio, una ambiciosa estrategia orientada a simplificar procesos normativos y reactivar el aparato productivo del país. De acuerdo con el titular del MEF, Raúl Pérez Reyes, se proyecta que esta medida genere un impacto económico positivo equivalente a S/ 11 mil millones en el año 2025, lo que representaría aproximadamente un 1% adicional del Producto Bruto Interno (PBI).
Durante una reciente mesa de trabajo con representantes de los principales gremios empresariales del país, el ministro destacó que casi la mitad de las 511 medidas contempladas en el plan —un 47%, es decir, 240 acciones específicas— ya han sido implementadas. Este avance evidencia el compromiso del Gobierno por reducir trabas burocráticas que históricamente han limitado la inversión, la productividad y la eficiencia del Estado.
Pérez Reyes explicó que el impacto de estas reformas no solo será inmediato, sino que tendrá un efecto multiplicador en los próximos años, beneficiando a sectores estratégicos como construcción, transporte, agroindustria, manufactura y minería. Por ejemplo, próximamente culminará la implementación de 82 medidas en los rubros de construcción, transporte y almacenamiento, con un efecto estimado en S/ 851 millones. Asimismo, 91 propuestas enfocadas en agricultura, ganadería y pesca están próximas a finalizar, generando un impulso adicional superior a S/ 860 millones.
También se encuentran en ejecución 25 medidas ligadas al comercio y la manufactura, así como 71 orientadas a las industrias extractivas de petróleo, gas y minerales, con impactos de más de S/ 12 millones y S/ 31 millones respectivamente.
Impulso desde las regiones y respaldo técnico.
Uno de los pilares del plan es su enfoque descentralizado. El MEF anunció que fortalecerá sus equipos técnicos para colaborar directamente con gobiernos regionales y locales, con el fin de identificar y aplicar medidas de desregulación que faciliten la ejecución del gasto público, especialmente en inversión. En este marco, se reactivará el trabajo del Equipo Especializado de Seguimiento de la Inversión (EESI), que incluso tendrá una versión territorial (EESI-T), con su primera sesión programada en la región Arequipa este mes.
Además, el ministro adelantó que un segundo paquete de medidas ya está en marcha. Este incluirá entre 15 y 20 nuevas acciones orientadas principalmente a mejorar los procesos de evaluación ambiental, ecológica y arqueológica, áreas clave para destrabar grandes proyectos de inversión con alto potencial económico.
Impacto esperado para el Perú y su tipo de cambio.
La puesta en marcha de este conjunto de reformas representa una señal positiva para los agentes económicos e inversionistas, tanto locales como internacionales. Al reducir la carga regulatoria, se incentiva la inversión privada, se acelera la ejecución de proyectos de infraestructura y se mejora la competitividad del país. En ese contexto, es probable que el Perú experimente un aumento en la entrada de capitales, lo que contribuiría a fortalecer la moneda nacional frente al dólar.
De hecho, la expectativa de un mayor dinamismo económico puede generar un entorno más estable para el tipo de cambio. Un Perú con reglas más claras, menos trabas burocráticas y un marco normativo más ágil se vuelve más atractivo para la inversión extranjera directa, lo cual podría traducirse en una menor presión al alza sobre el dólar, ayudando a mantener un tipo de cambio estable e incluso favorecer una apreciación del sol.
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