Las recientes actas de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), correspondientes a su reunión de mayo, confirman que los responsables de la política monetaria estadounidense están considerando uno o dos recortes de tasas de interés antes de que finalice el año. Aunque todavía no hay una decisión definitiva, esta posibilidad se presenta en un entorno de creciente incertidumbre económica global, tensiones comerciales y una inflación que aún no termina de ceder.
Actualmente, la tasa de interés de referencia se mantiene entre el 4.25 % y el 4.5 %, decisión que fue reafirmada en la tercera reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) en lo que va del 2025. El presidente del banco central, Jerome Powell, advirtió que los nuevos aranceles podrían incrementar los costos de bienes importados, generando presiones inflacionarias, menor crecimiento económico e incluso un aumento del desempleo. Sin embargo, aclaró que, por ahora, la economía estadounidense muestra signos de solidez.
A pesar de ello, la FED ha revisado a la baja sus proyecciones de crecimiento del PBI real para 2025 y 2026, debido a los efectos de estas políticas comerciales. Asimismo, los funcionarios de la entidad se mostraron dispuestos a mantener las tasas en los niveles actuales durante un tiempo prolongado mientras esperan mayor claridad sobre la evolución de la inflación y el panorama económico global.
Contexto: entre cautela e incertidumbre.
Los miembros del FOMC coincidieron en adoptar un enfoque paciente. Reconocieron que las recientes políticas arancelarias generan un entorno más incierto, con un riesgo creciente de inflación persistente y de menor dinamismo en la inversión privada. También señalaron que la política monetaria actual ya ejerce una presión restrictiva sobre el crédito y el consumo.
A pesar del alivio temporal observado en los mercados financieros tras la pausa en algunas medidas arancelarias, las barreras comerciales siguen siendo altas en comparación con promedios históricos, lo que ha generado un freno en decisiones empresariales clave como la inversión y la contratación.
En términos generales, la FED no descarta reducir tasas, pero tampoco quiere apresurarse. El mensaje es claro: se necesita más evidencia antes de dar pasos que podrían afectar tanto la estabilidad de precios como la recuperación económica.
¿Cómo puede impactar esto en Perú?
La posibilidad de que la FED reduzca sus tasas de interés tiene implicancias directas sobre economías emergentes como la peruana, especialmente en dos aspectos clave: la inversión extranjera y el tipo de cambio.
- Posible apreciación del sol:
Si la FED recorta tasas, los rendimientos de los activos en dólares disminuirán, haciendo que los inversionistas busquen mejores retornos en mercados emergentes. Esto podría generar una mayor entrada de capitales a Perú, apreciando el sol frente al dólar. Un sol más fuerte podría ayudar a contener la inflación local, especialmente en productos importados.
- Mejora en condiciones de financiamiento externo:
Una política monetaria más flexible en EE.UU. abarataría el costo del crédito internacional, lo que beneficiaría al sector público y privado peruano en sus emisiones de deuda. Esto podría traducirse en mayor inversión en infraestructura y en el fortalecimiento de las reservas internacionales.
- Impulso a los commodities:
Con menores tasas en EE.UU., es probable que el dólar se debilite a nivel global. Esto suele impulsar los precios de materias primas como el cobre y el oro —exportaciones clave para el Perú—, lo que a su vez podría mejorar los ingresos fiscales y la balanza comercial del país.
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