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  • ¿ESTÁ LA RESERVA FEDERAL AL BORDE DE UN GIRO? LA ECONOMÍA DE EE.UU. TENSIONA LOS HILOS DEL TIPO DE CAMBIO EN PERÚ

    ¿ESTÁ LA RESERVA FEDERAL AL BORDE DE UN GIRO? LA ECONOMÍA DE EE.UU. TENSIONA LOS HILOS DEL TIPO DE CAMBIO EN PERÚ

    La próxima reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) se perfila como una de las más tensas del año. En un contexto marcado por presiones políticas, disputas comerciales y señales económicas mixtas, Jerome Powell y su equipo tomarán decisiones que podrían resonar más allá de las fronteras estadounidenses, tocando directamente los bolsillos latinoamericanos… incluido el Perú.

    Una reunión decisiva en medio de señales contrapuestas.

    El comité de política monetaria de la FED se reunirá este martes y miércoles, justo en una semana donde coinciden importantes publicaciones: el crecimiento económico del segundo trimestre, el estado del mercado laboral y el comportamiento de los precios al consumidor. A pesar de que se espera que las tasas de interés se mantengan sin cambios, el debate interno se intensifica.

    Las estimaciones sugieren que el Producto Bruto Interno (PBI) de EE.UU. habría crecido a una tasa anual de 2,4% entre abril y junio, tras haber caído 0,5% en el primer trimestre del año. Sin embargo, ese rebote oculta debilidades: el impulso provendría principalmente de la reducción del déficit comercial, mientras que el gasto de los hogares y la inversión empresarial seguirían mostrando señales de fatiga. De hecho, el consumo privado [motor clave de la economía estadounidense] habría experimentado sus dos peores trimestres consecutivos desde los tiempos duros del inicio de la pandemia en 2020.

    Empleo en pausa y precios al alza.

    El informe de empleo de julio, que se conocerá al final de la semana, también se perfila como un dato clave. Las expectativas apuntan a una desaceleración en la contratación privada, con un aumento modesto de 100 mil nuevos puestos de trabajo, y una posible subida en la tasa de desempleo al 4,2%. Esta tendencia confirmaría que las empresas están empezando a moderar su ritmo de contratación, tal vez anticipando una economía más fría.

    En paralelo, el indicador favorito de inflación subyacente de la FED podría mostrar un ligero repunte, revelando que los recientes aranceles aplicados por la administración Trump están empezando a filtrarse lentamente al consumidor final.

    ¿Powell bajo presión?

    A medida que los datos se tornan ambiguos, la presión sobre el presidente de la FED aumenta. Varios miembros del propio banco central ya han expresado su inquietud por un mercado laboral más débil de lo esperado y están sugiriendo que se evalúe la posibilidad de recortar los tipos de interés antes de lo previsto. A esto se suma la presión política directa del expresidente Donald Trump, quien insiste en reducir los costos del crédito para reactivar el consumo y la inversión.

    Desde Bloomberg Economics se advierte que una economía sostenida solo por el consumo puede enfrentar riesgos serios si el empleo se sigue debilitando. Aunque las ventas minoristas de junio fueron altas, esto podría deberse a aumentos de precios vinculados a los nuevos aranceles, no a una verdadera expansión de la demanda.

    ¿Qué significa esto para el Perú?

    Las decisiones de la Reserva Federal no solo afectan a EE.UU.: el impacto se extiende a los mercados emergentes, y el Perú no es la excepción. Si la FED mantiene una política restrictiva por más tiempo [con tasas de interés elevadas], el dólar tiende a fortalecerse a nivel global, lo que podría generar presiones alcistas sobre el tipo de cambio en Perú. Es decir, el sol podría debilitarse, encareciendo productos importados y elevando el costo del financiamiento externo.

    Por el contrario, si la FED empieza a recortar tasas en respuesta a la debilidad económica, el dólar perdería atractivo frente a monedas emergentes, y eso podría aliviar el tipo de cambio en Perú, estabilizando el mercado cambiario y favoreciendo las importaciones.

    Además, una desaceleración en la economía estadounidense podría reducir la demanda de commodities clave como el cobre, lo que afectaría nuestras exportaciones y presionaría a la baja nuestra balanza comercial, otro factor que también incide sobre el dólar.

    La Reserva Federal está caminando sobre una cuerda floja: una decisión equivocada podría agravar los desequilibrios económicos globales. Y mientras Powell evalúa sus próximos pasos, el Perú debe prepararse para un escenario donde el tipo de cambio, los precios y las expectativas financieras estarán más sensibles que nunca a lo que ocurra en Washington.

  • EL SOL BRILLA CON FUERZA: LA MONEDA PERUANA LIDERA EN LA REGIÓN PESE A TURBULENCIAS GLOBALES

    EL SOL BRILLA CON FUERZA: LA MONEDA PERUANA LIDERA EN LA REGIÓN PESE A TURBULENCIAS GLOBALES

    📊 Fortaleza cambiaria en tiempos de incertidumbre

    En un contexto global marcado por tensiones comerciales, ajustes en la política monetaria estadounidense y ciclos electorales complejos en América Latina, el sol peruano se ha convertido en una de las monedas más sólidas del continente. En lo que va del año, se ha apreciado cerca de 5%, respaldado por fundamentos económicos robustos como un superávit comercial de más de US$ 27 mil millones, precios de exportación favorables y una inflación controlada.

    Este comportamiento ha colocado a la moneda nacional como un refugio regional, superando a otras divisas que han sufrido mayores presiones por factores externos e internos. La combinación de políticas económicas prudentes y una demanda interna activa ha jugado a favor del desempeño cambiario del Perú.

    🌍 Contexto internacional: luces y sombras

    A pesar del endurecimiento del discurso proteccionista en Estados Unidos [con nuevos aranceles que están encareciendo las importaciones] el crecimiento global sigue adelante, aunque con menor velocidad. Las previsiones apuntan a un avance del 2.8% en 2025 y un 3.1% para 2026, con China liderando la expansión tras una revisión al alza de su crecimiento a 4.6%. América Latina también contribuye con una proyección regional del 2.9%.

    En contraste, la economía estadounidense muestra signos de desaceleración. Su crecimiento este año se estima por debajo del 1.6%, mientras que la inflación comienza a repuntar por los mayores costos de importación. Esto ha llevado a postergar posibles recortes de tasas por parte de la Reserva Federal hasta fines de 2025, con mayor flexibilización esperada recién en 2026.

    📈 Perú: crecimiento firme, pero con cautela

    En el frente doméstico, la economía peruana creció 3.9% en el primer trimestre del año, impulsada por una demanda interna sólida y una coyuntura política relativamente estable. Para el resto del 2025, se prevé una expansión de 3.1%, aunque con un ritmo más lento en la segunda mitad del año. Las perspectivas para 2026 apuntan a un crecimiento del 2.7%, en parte por una caída en la inversión pública y un clima electoral que podría frenar decisiones del sector privado.

    Desde el punto de vista fiscal, el déficit se proyecta en 2.7% del PBI para este año, una cifra manejable en comparación con otros países de la región. La deuda pública seguiría debajo del 34% del PBI hacia 2026, aunque se advierte que ciertas iniciativas legislativas recientes podrían presionar al alza el gasto público si no se moderan a tiempo.

    🏦 BCRP: flexibilidad monetaria con prudencia

    El Banco Central de Reserva del Perú ha mantenido su tasa de referencia en 4.5%, un nivel considerado neutral, aunque con espacio para futuros recortes si la inflación sigue retrocediendo. Actualmente, se espera que la inflación promedio se ubique entre 1.5% y 2.0% en el tercer trimestre, y cierre el año cerca del 2.2%.

    El hecho de que el BCRP haya retirado su referencia a un “nivel neutral” sugiere una mayor disposición a flexibilizar la política monetaria, dependiendo del comportamiento de los precios y del crecimiento. Esto podría traducirse en tasas más bajas hacia fines de 2025 si las condiciones lo permiten, favoreciendo el crédito y la inversión.

    💱 ¿Qué significa todo esto para el tipo de cambio?

    La apreciación del sol refleja confianza en los fundamentos macroeconómicos del Perú. El control inflacionario, junto con un comercio exterior favorable, ha reducido la presión sobre el dólar, lo que mantiene la cotización cambiaria en niveles estables e incluso ligeramente a la baja.

    Si este escenario se mantiene, los inversionistas extranjeros podrían seguir viendo al Perú como un destino atractivo, lo que permitiría un mayor ingreso de capitales y, con ello, una posible continuidad en la valorización del sol. Sin embargo, cualquier señal de desorden fiscal o de inestabilidad política podría revertir esta tendencia, por lo que el equilibrio macroeconómico deberá cuidarse con rigor.

    📌 El Perú destaca en medio del ruido.

    En tiempos de alta volatilidad regional, el sol peruano se mantiene fuerte y confiable. Este desempeño no es producto del azar, sino del resultado de años de disciplina fiscal, una política monetaria creíble y un entorno comercial aún competitivo. Sin embargo, los desafíos no han desaparecido: la clave estará en mantener este equilibrio ante un mundo cambiante y un panorama político interno que puede volverse más incierto.

  • Perú busca blindarse ante aranceles de Trump: renegocia condiciones originales del TLC con EE.UU.

    Perú busca blindarse ante aranceles de Trump: renegocia condiciones originales del TLC con EE.UU.

    Frente al inminente giro proteccionista del gobierno de Donald Trump, el Perú ha activado su estrategia diplomática para proteger el acceso preferencial de sus exportaciones a Estados Unidos. El canciller Elmer Schialer anunció que el país está negociando el regreso a los términos originales del Tratado de Libre Comercio (TLC), firmado en 2009, con el fin de mantener el 98% de productos nacionales libres de aranceles.

    Este movimiento responde a la política comercial que Trump implementará desde agosto, la cual contempla nuevos aranceles diferenciados por país. Perú busca evitar que sus exportaciones —muchas de ellas de valor agregado— pierdan competitividad en su principal mercado.

    🛡️ Objetivo: preservar beneficios y evitar impacto económico

    “Queremos asegurar que el 98% del universo arancelario mantenga un arancel del 0%, y que el 2% restante tenga las menores barreras posibles”, declaró Schialer en entrevista televisiva. Según explicó, EE. UU. está negociando caso por caso y tomando en cuenta variables más allá de lo comercial, como temas de informalidad, piratería o estándares regulatorios, considerados “barreras no arancelarias” por el Departamento de Comercio estadounidense.

    El ministro remarcó que el comercio bilateral con Perú no representa una amenaza para EE.UU., ya que históricamente este último mantiene un superávit comercial con nuestro país. En sus palabras, gravar los productos peruanos no solo sería injustificado, sino que incluso podría perjudicar al consumidor estadounidense al encarecer productos que antes llegaban con precios competitivos.

    🌎 El tren bioceánico: ¿una oportunidad o un gigante dormido?

    Además, Schialer abordó el debate en torno al megaproyecto del tren bioceánico, que conectaría Brasil con el Pacífico peruano a través del Puerto de Chancay. Aunque recientemente cobró fuerza tras un memorando entre Brasil y China, el canciller aclaró que esta idea lleva más de 20 años en discusión, y su viabilidad enfrenta enormes desafíos técnicos y financieros.

    El trazado en territorio peruano implicaría atravesar la cordillera de los Andes, lo cual representa un reto de ingeniería monumental y costos multimillonarios. Si bien el proyecto promete acortar tiempos de exportación a Asia, su ejecución requerirá coordinación multinacional, decisiones de alto nivel y una clara fuente de financiamiento.

    💱 ¿Qué significa esto para el tipo de cambio en Perú?

    La imposición de nuevos aranceles por parte de EE.UU. podría traducirse en una disminución en las exportaciones peruanas, especialmente si no se logra mantener el acceso preferencial. Esto reduciría el ingreso de divisas y podría ejercer presión alcista sobre el tipo de cambio, debilitando al sol frente al dólar.

    Sin embargo, si las negociaciones prosperan y se restablecen las condiciones originales del TLC, el impacto se neutralizaría, manteniendo la confianza de los mercados y la estabilidad del tipo de cambio. Además, el avance en proyectos logísticos como el tren bioceánico (si llegara a concretarse en el futuro) también aumentaría el atractivo del Perú como hub comercial, fortaleciendo su posición geoeconómica y eventualmente contribuyendo a un flujo más sólido de capitales.

    🧭 Diplomacia económica al servicio de la estabilidad

    La estrategia del Perú ante los nuevos aranceles no solo es defensiva, sino inteligente. Apostar por renegociar desde los principios originales del TLC demuestra un enfoque pragmático que busca proteger al aparato exportador, evitar tensiones cambiarias y defender la recuperación económica.

    En un contexto global de incertidumbre, el Perú se mueve con cautela, pero con claridad. Las decisiones que se tomen hoy en el ámbito comercial y logístico podrían definir el curso del crecimiento económico en la próxima década.

  • INFLACIÓN BAJO CONTROL: EL PERÚ MARCA LA DIFERENCIA Y FORTALECE SU MONEDA EN MEDIO DE LA INCERTIDUMBRE REGIONAL

    INFLACIÓN BAJO CONTROL: EL PERÚ MARCA LA DIFERENCIA Y FORTALECE SU MONEDA EN MEDIO DE LA INCERTIDUMBRE REGIONAL

    Durante el primer semestre del 2025, el Perú ha consolidado un entorno económico envidiable para los hogares y empresas, gracias a una inflación moderada y sostenida. Mientras gran parte de América Latina batalla con precios en ascenso, el país andino cerró el semestre con una inflación acumulada de solo 1.30%, una de las más bajas de la región.

    Esta estabilidad ha sido clave para impulsar el consumo interno, revitalizar el dinamismo de los negocios y, sobre todo, preservar el poder adquisitivo de las familias peruanas, según destacó el ministro de Economía y Finanzas, Raúl Pérez Reyes.

    🤝 Políticas coherentes que dan resultados.

    Detrás de este logro hay una combinación inteligente de herramientas macroeconómicas: una política fiscal disciplinada y una política monetaria cautelosa, que han permitido mantener a raya los precios sin frenar la actividad económica. Esta estrategia coordinada ha brindado previsibilidad a los inversionistas y confianza a los consumidores, creando un círculo virtuoso para la recuperación.

    Según datos del INEI, el índice de precios al consumidor (IPC) de Lima Metropolitana creció solo 0.13% en junio, con una acumulación de 1.30% en lo que va del año y una variación anual de 1.69%. Las divisiones de consumo que más influyeron en esta ligera alza fueron alimentos, restaurantes y servicios diversos.

    🏗️ Caída de precios en sectores clave.

    Otros indicadores también muestran un comportamiento favorable. Los precios al por mayor retrocedieron 0.34% en junio, acumulando una baja de -0.6% en el semestre. Lo mismo ocurrió con los bienes de capital y materiales de construcción, que muestran retrocesos acumulados de -1.96% y -0.35%, respectivamente. Estos descensos abaratan el costo de inversión y construcción, lo que podría traducirse en más actividad productiva.

    💵 Impacto directo en el tipo de cambio.

    Una inflación estable reduce la presión sobre el Banco Central para subir las tasas de interés, lo cual contribuye a mantener flujos financieros ordenados. En este contexto, la estabilidad de precios puede favorecer la apreciación del sol peruano frente al dólar, o al menos evitar una depreciación significativa. Además, al fortalecer la percepción de seguridad económica, atrae inversión extranjera y frena la demanda de dólares especulativos, estabilizando el mercado cambiario.

    💼 Formalización tributaria: el nuevo impulso.

    En paralelo, el Ministerio de Economía y la SUNAT han lanzado un régimen temporal para facilitar el pago de deudas tributarias, orientado a fomentar la formalización sin perdonar impuestos ni conceder amnistías. Esta medida busca ampliar la base tributaria y generar ingresos para sostener la recuperación en curso.

    📊 Perú, en una liga aparte de la región.

    Mientras otros países luchan por contener la inflación y recuperar su estabilidad, el Perú ha logrado mantener una economía ordenada, con precios bajo control, inversión en marcha y una moneda relativamente estable. Este panorama genera un espacio valioso para impulsar el crecimiento inclusivo y sostener la recuperación económica sin caer en sobresaltos cambiarios.

    Si esta tendencia se mantiene, el país no solo resistirá mejor los vaivenes internacionales, sino que podría convertirse en un destino atractivo para la inversión regional, con un tipo de cambio fortalecido por la confianza y la estabilidad macroeconómica.

  • TRUMP SACUDE EL MERCADO DEL COBRE: ARANCEL DEL 50% DISPARA PRECIOS Y PONE EN ALERTA A PERÚ

    TRUMP SACUDE EL MERCADO DEL COBRE: ARANCEL DEL 50% DISPARA PRECIOS Y PONE EN ALERTA A PERÚ

    Una decisión que sacude a los mercados globales.

    Donald Trump vuelve a encender las alarmas del comercio internacional al anunciar que impondrá un arancel del 50% a las importaciones de cobre hacia Estados Unidos. Sin concesiones ni nuevas prórrogas, el exmandatario confirmó que la medida entrará en vigor este 1 de agosto, lo que desencadenó una reacción inmediata en los mercados de metales y acciones.

    La cotización del cobre se disparó más del 10% en la Bolsa de Metales del Grupo CME, superando los US$5,50 por libra, mientras que en Nueva York los contratos futuros alcanzaron un histórico US$5,66 por libra. Al mismo tiempo, las acciones de la gigante minera Freeport-McMoRan subieron 5,6%, reflejando el nerviosismo y la especulación en torno a esta nueva política arancelaria.

    Perú en la mira: ¿ganancia o riesgo?

    Aunque Chile es el principal proveedor de cobre para EE. UU., Perú también juega un rol clave. Solo en abril de 2025, el cobre refinado representó US$104 millones en exportaciones peruanas hacia ese país. Si bien el alza del precio internacional podría traducirse en mayores ingresos para el país, la medida también genera incertidumbre para el sector minero, especialmente en lo que respecta a inversiones, contratos y rutas comerciales.

    ¿Y el tipo de cambio?

    En el corto plazo, un cobre más caro podría atraer divisas y fortalecer al sol. Sin embargo, si la guerra comercial se agudiza y aumenta la aversión al riesgo, los inversionistas podrían refugiarse en activos seguros como el dólar. Este fenómeno podría depreciar al sol y presionar el tipo de cambio al alza, especialmente si se combinan factores externos con tensiones internas.

    Más allá del cobre: medicamentos y el dólar bajo fuego.

    Trump no se detuvo allí. También anunció que su administración impondrá aranceles de hasta 200% a medicamentos importados, con un período de transición de entre uno y 1.5 años. Además, cargó contra el bloque BRICS, al que acusa de querer “destruir al dólar” como moneda hegemónica, y les impuso un arancel adicional del 10%.

    Un escenario volátil que exige vigilancia activa.

    Las medidas arancelarias de Trump vuelven a poner a prueba el equilibrio de la economía global. Para un país como el Perú, altamente dependiente del cobre como motor de exportaciones, esta coyuntura representa tanto una oportunidad para mejorar sus ingresos como una amenaza por la volatilidad financiera que puede generar. El desafío será reaccionar con inteligencia, monitorear los flujos de capital y estar atentos al impacto en el tipo de cambio, la inversión minera y la estabilidad macroeconómica.

  • TRUMP VS. POWELL: CHOQUE DE VISIONES QUE SACUDE LOS MERCADOS Y AFECTA A ECONOMÍAS EMERGENTES COMO PERÚ

    TRUMP VS. POWELL: CHOQUE DE VISIONES QUE SACUDE LOS MERCADOS Y AFECTA A ECONOMÍAS EMERGENTES COMO PERÚ

    La relación entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el titular de la Reserva Federal, Jerome Powell, atraviesa uno de sus momentos más tensos desde que comenzó su historia en 2018. Aunque Trump fue quien lo nombró al frente del banco central, las diferencias en torno a la conducción de la política monetaria se han vuelto irreconciliables, reavivando una disputa institucional que hoy influye directamente en los mercados financieros globales.

    Desde su primer mandato, Trump ha presionado abiertamente para que la FED recorte agresivamente las tasas de interés, con el objetivo de abaratar el crédito, impulsar el consumo y sostener los mercados bursátiles, especialmente en años electorales. Sin embargo, Powell ha mantenido una postura técnica, guiada por datos económicos y con énfasis en el control inflacionario, incluso si eso implica mantener las tasas en niveles elevados, actualmente entre 4.25 % y 4.50 %.

    Uno de los puntos de quiebre más notorios ocurrió en diciembre de 2018, cuando la FED decidió elevar las tasas a pesar de las objeciones directas del entonces presidente. Aquel episodio marcó el inicio de una relación tensa y plagada de ataques públicos. Aunque la pandemia de 2020 obligó al banco central a adoptar políticas expansivas, el distanciamiento entre ambos líderes ya era irreversible.

    Con el retorno de Trump a la presidencia en 2024, la confrontación ha resurgido con mayor intensidad. En abril de 2025, Trump llegó incluso a exigir abiertamente la destitución de Powell, alegando que su resistencia a reducir las tasas estaba perjudicando la economía estadounidense. Sin embargo, la ley impide su remoción sin una causa justificada, y Powell ha respondido con firmeza, reafirmando la autonomía institucional de la FED.

    En un gesto inusual, el banco central emitió un comunicado en el que subrayó que sus decisiones continuarán siendo tomadas con base en el análisis técnico de la economía, y no por presiones políticas. Este mensaje fue respaldado por una reunión formal entre Powell y Trump, en la que el presidente de la FED ratificó su independencia.

    Impacto para el Perú y el tipo de cambio

    La pugna entre la Casa Blanca y la Reserva Federal tiene efectos colaterales que trascienden las fronteras estadounidenses. Para una economía emergente como la peruana, este escenario genera una fuerte volatilidad en los mercados financieros internacionales, afectando tanto los flujos de capital como el comportamiento del tipo de cambio.

    Cuando existen tensiones en torno a las decisiones de política monetaria en EE.UU., los inversionistas tienden a reaccionar con cautela. Si Powell mantiene las tasas elevadas por más tiempo del esperado, podría provocar una fuga de capitales desde economías emergentes hacia activos estadounidenses, apreciando el dólar a nivel global. Esto podría generar una presión al alza sobre el tipo de cambio en Perú, encareciendo el dólar frente al sol y afectando los precios de productos importados, combustibles y materias primas.

    Sin embargo, la incertidumbre generada por la inestabilidad política en EE.UU. también tiene un efecto inverso: muchos inversores globales buscan diversificar sus carteras y protegerse en monedas distintas al dólar, como el euro o incluso el oro. Esta menor demanda del billete verde puede llevar a una depreciación del dólar, como la que se ha venido observando en los últimos meses, lo cual fortalece al sol peruano y modera las presiones inflacionarias locales.

    A mediano plazo, el desenlace de este conflicto institucional en EE.UU. será determinante para el tipo de cambio en el Perú. Si Trump logra presionar a la FED para aplicar recortes rápidos de tasas, el dólar podría seguir debilitándose, lo cual aliviaría las cuentas externas del país, pero podría también traer volatilidad en caso de sobre corrección. Por otro lado, si Powell mantiene su postura técnica e independiente, el entorno internacional ofrecerá mayor previsibilidad, algo crucial para las decisiones de inversión en economías como la peruana.

  • EL DÓLAR RETROCEDE CON FUERZA: INCERTIDUMBRE EXTERNA LO LLEVA A SU NIVEL MÁS BAJO DESDE 2020

    EL DÓLAR RETROCEDE CON FUERZA: INCERTIDUMBRE EXTERNA LO LLEVA A SU NIVEL MÁS BAJO DESDE 2020

    El tipo de cambio en el Perú experimentó una caída significativa el jueves 26 de junio, cerrando en S/ 3.5510 por dólar, su nivel más bajo en más de cinco años. Este descenso, que representa una variación de -0.67 % respecto al día anterior, se enmarca en una tendencia bajista sostenida que ha llevado a la moneda estadounidense a acumular una pérdida de 5.58 % en lo que va del 2025, según datos del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). No se registraba una cotización tan baja desde septiembre de 2020.

    Durante la jornada, el tipo de cambio osciló entre un mínimo de S/ 3.5480 y un máximo de S/ 3.5710. En el mercado interbancario se transaron 274 millones de dólares a un precio promedio de S/ 3.5622. Operadores del mercado destacaron que la oferta provino, principalmente, de inversionistas extranjeros y grandes corporativos, mientras que el BCRP intervino de manera pasiva, dejando vencer swaps cambiarios por S/ 200 millones.

    De acuerdo con el economista Juan Acosta, docente de Negocios Internacionales de la UPC, esta depreciación del dólar responde más a factores externos que locales. Señaló que la cotización de esta divisa se mueve según las expectativas globales, y en este caso, la desconfianza creciente sobre el rumbo económico de EE. UU. bajo la administración de Donald Trump estaría socavando la demanda por el billete verde. Las políticas arancelarias impulsadas por el mandatario y la presión ejercida sobre la Reserva Federal para forzar recortes de tasas de interés han elevado la incertidumbre entre los mercados.

    Esa desconfianza ha empujado a muchos inversionistas a migrar hacia activos considerados más seguros, como el oro —que superó los US$ 3,500 por onza— o el euro, que alcanzó valores no vistos desde 2021. Esta preferencia por otros activos ha reducido la demanda del dólar a nivel internacional, debilitando su cotización frente a una canasta de monedas.

    A nivel global, el dólar atraviesa una de sus peores rachas de las últimas décadas, acumulando una caída cercana al 10 % en lo que va del año. Según cifras de Reuters, si esta tendencia se mantiene, 2025 podría convertirse en el peor primer semestre para el dólar desde la era de flotación cambiaria iniciada en los años 70.

    Impacto para el Perú y proyecciones del tipo de cambio

    En el contexto peruano, este comportamiento tiene efectos significativos. Por un lado, una caída del dólar contribuye a reducir los precios de productos importados, lo que ayuda a contener presiones inflacionarias. Además, abarata el pago de deuda externa denominada en dólares, tanto para el Estado como para el sector privado. También beneficia a quienes importan bienes de consumo y tecnología, al mejorar su capacidad de compra en moneda local.

    No obstante, también hay efectos que requieren cautela. Un tipo de cambio muy bajo puede afectar la competitividad de las exportaciones peruanas, especialmente de productos no tradicionales, al encarecerlos en los mercados internacionales. Además, si esta tendencia se revierte abruptamente, podría generar una alta volatilidad en el mercado cambiario. Por ello, el BCRP mantiene una política activa y cuenta con sólidas reservas internacionales para mitigar shocks externos.

    Las proyecciones del propio BCRP para el cierre del año aún apuntan a un tipo de cambio algo más alto, en un rango de S/ 3.73 a S/ 3.75, aunque esto dependerá en gran medida de cómo evolucione la situación política y económica en Estados Unidos. Si el panorama se estabiliza y las decisiones de política monetaria en ese país son más predecibles, el mercado podría corregir sus expectativas y volver a valorar el dólar con mayor firmeza.

  • TENSIÓN EN MEDIO ORIENTE SACUDE LOS MERCADOS: SUBE EL DÓLAR Y EL PETRÓLEO, PERÚ NO ES AJENO AL IMPACTO

    TENSIÓN EN MEDIO ORIENTE SACUDE LOS MERCADOS: SUBE EL DÓLAR Y EL PETRÓLEO, PERÚ NO ES AJENO AL IMPACTO

    Un nuevo episodio de alta tensión geopolítica ha remecido los mercados internacionales. Esta vez, el conflicto se desató tras un ataque aéreo de Israel contra instalaciones nucleares y fábricas de misiles en Irán, lo que ha reavivado los temores a una escalada bélica de gran escala en Oriente Medio.

    Este hecho ha provocado una respuesta inmediata en los mercados financieros globales: los inversionistas están abandonando activos de riesgo y refugiándose en valores más seguros como el oro, el dólar estadounidense y los bonos del Tesoro de EE.UU. Este fenómeno refleja un patrón típico en tiempos de alta incertidumbre, donde el capital migra hacia activos considerados más estables ante posibles disrupciones económicas.

    Por su parte, Irán ha prometido represalias contundentes, lo que mantiene la tensión en niveles elevados. Desde Washington, el presidente Donald Trump responsabilizó al gobierno iraní y aseguró que “nuevos ataques ya están planeados y serán más agresivos”.

    ¿Qué pasó con el petróleo?

    Uno de los efectos más inmediatos del conflicto fue la subida del precio del petróleo, que en un solo día trepó hasta un 13%. El Brent alcanzó los US$74.74 y el WTI llegó a US$73.65, impulsados por el temor a interrupciones en el suministro global, especialmente considerando que Irán es clave para el tránsito energético mundial a través del estrecho de Ormuz, por donde fluye cerca del 20% del petróleo que se consume en el planeta.

    Impacto en los mercados financieros.

    Las bolsas reaccionaron con pérdidas. Wall Street abrió a la baja, y los índices europeos también se tiñeron de rojo. Las aerolíneas cayeron ante la suspensión de vuelos en la región, mientras que las empresas petroleras se beneficiaron del alza del crudo. El oro repuntó 1.71%, superando los US$3,440 la onza, mientras que el dólar se fortaleció 0.24% frente al euro, reforzando su papel como activo refugio.

    A pesar del nerviosismo, Goldman Sachs proyectó que el alza en el petróleo podría ser temporal, si el conflicto no genera una interrupción sostenida en la oferta. Sin embargo, el banco advirtió que, en un escenario extremo, donde Irán reduzca su producción en 1.75 millones de barriles diarios, el precio del Brent podría superar los US$90 por barril antes de estabilizarse nuevamente.

    ¿Y qué significa esto para el Perú?

    El impacto en el Perú se sentiría por varias vías:

    1. Tipo de cambio al alza: Ante un dólar fortalecido globalmente por la aversión al riesgo, el sol peruano podría devaluarse ligeramente. Inversionistas locales e internacionales buscarán refugio en dólares, aumentando su demanda y, por ende, elevando su precio. Esto ya se ha observado en situaciones geopolíticas similares.
    2. Mayor presión inflacionaria: Un incremento sostenido del petróleo encarecería los combustibles en el mercado local, lo que podría afectar los costos de transporte, energía y alimentos, presionando al alza el índice de precios al consumidor.
    3. Balanza comercial mixta: Por un lado, un petróleo caro beneficia a países exportadores, pero Perú es importador neto de crudo, por lo que este encarecimiento podría aumentar el déficit comercial energético si se prolonga.
    4. Inestabilidad financiera externa: La volatilidad en los mercados internacionales podría afectar los flujos de inversión hacia mercados emergentes, incluyendo Perú. Esto generaría mayor sensibilidad en la bolsa limeña y en el mercado de deuda soberana.
  • DESTRABAR PARA CRECER: EL PLAN DEL MEF QUE INYECTARÁ MILES DE MILLONES AL PERÚ EN 2025

    DESTRABAR PARA CRECER: EL PLAN DEL MEF QUE INYECTARÁ MILES DE MILLONES AL PERÚ EN 2025

    En un esfuerzo por dinamizar la economía peruana, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha comunicado avances significativos en la implementación del llamado shock desregulatorio, una ambiciosa estrategia orientada a simplificar procesos normativos y reactivar el aparato productivo del país. De acuerdo con el titular del MEF, Raúl Pérez Reyes, se proyecta que esta medida genere un impacto económico positivo equivalente a S/ 11 mil millones en el año 2025, lo que representaría aproximadamente un 1% adicional del Producto Bruto Interno (PBI).

    Durante una reciente mesa de trabajo con representantes de los principales gremios empresariales del país, el ministro destacó que casi la mitad de las 511 medidas contempladas en el plan —un 47%, es decir, 240 acciones específicas— ya han sido implementadas. Este avance evidencia el compromiso del Gobierno por reducir trabas burocráticas que históricamente han limitado la inversión, la productividad y la eficiencia del Estado.

    Pérez Reyes explicó que el impacto de estas reformas no solo será inmediato, sino que tendrá un efecto multiplicador en los próximos años, beneficiando a sectores estratégicos como construcción, transporte, agroindustria, manufactura y minería. Por ejemplo, próximamente culminará la implementación de 82 medidas en los rubros de construcción, transporte y almacenamiento, con un efecto estimado en S/ 851 millones. Asimismo, 91 propuestas enfocadas en agricultura, ganadería y pesca están próximas a finalizar, generando un impulso adicional superior a S/ 860 millones.

    También se encuentran en ejecución 25 medidas ligadas al comercio y la manufactura, así como 71 orientadas a las industrias extractivas de petróleo, gas y minerales, con impactos de más de S/ 12 millones y S/ 31 millones respectivamente.

    Impulso desde las regiones y respaldo técnico.

    Uno de los pilares del plan es su enfoque descentralizado. El MEF anunció que fortalecerá sus equipos técnicos para colaborar directamente con gobiernos regionales y locales, con el fin de identificar y aplicar medidas de desregulación que faciliten la ejecución del gasto público, especialmente en inversión. En este marco, se reactivará el trabajo del Equipo Especializado de Seguimiento de la Inversión (EESI), que incluso tendrá una versión territorial (EESI-T), con su primera sesión programada en la región Arequipa este mes.

    Además, el ministro adelantó que un segundo paquete de medidas ya está en marcha. Este incluirá entre 15 y 20 nuevas acciones orientadas principalmente a mejorar los procesos de evaluación ambiental, ecológica y arqueológica, áreas clave para destrabar grandes proyectos de inversión con alto potencial económico.

    Impacto esperado para el Perú y su tipo de cambio.

    La puesta en marcha de este conjunto de reformas representa una señal positiva para los agentes económicos e inversionistas, tanto locales como internacionales. Al reducir la carga regulatoria, se incentiva la inversión privada, se acelera la ejecución de proyectos de infraestructura y se mejora la competitividad del país. En ese contexto, es probable que el Perú experimente un aumento en la entrada de capitales, lo que contribuiría a fortalecer la moneda nacional frente al dólar.

    De hecho, la expectativa de un mayor dinamismo económico puede generar un entorno más estable para el tipo de cambio. Un Perú con reglas más claras, menos trabas burocráticas y un marco normativo más ágil se vuelve más atractivo para la inversión extranjera directa, lo cual podría traducirse en una menor presión al alza sobre el dólar, ayudando a mantener un tipo de cambio estable e incluso favorecer una apreciación del sol.

  • POSIBLE RECORTE DE TASAS POR PARTE DE LA FED: ¿QUÉ SIGNIFICA PARA LA ECONOMÍA GLOBAL Y PARA EL DÓLAR EN EL PERÚ?

    POSIBLE RECORTE DE TASAS POR PARTE DE LA FED: ¿QUÉ SIGNIFICA PARA LA ECONOMÍA GLOBAL Y PARA EL DÓLAR EN EL PERÚ?

    Las recientes actas de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), correspondientes a su reunión de mayo, confirman que los responsables de la política monetaria estadounidense están considerando uno o dos recortes de tasas de interés antes de que finalice el año. Aunque todavía no hay una decisión definitiva, esta posibilidad se presenta en un entorno de creciente incertidumbre económica global, tensiones comerciales y una inflación que aún no termina de ceder.

    Actualmente, la tasa de interés de referencia se mantiene entre el 4.25 % y el 4.5 %, decisión que fue reafirmada en la tercera reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) en lo que va del 2025. El presidente del banco central, Jerome Powell, advirtió que los nuevos aranceles podrían incrementar los costos de bienes importados, generando presiones inflacionarias, menor crecimiento económico e incluso un aumento del desempleo. Sin embargo, aclaró que, por ahora, la economía estadounidense muestra signos de solidez.

    A pesar de ello, la FED ha revisado a la baja sus proyecciones de crecimiento del PBI real para 2025 y 2026, debido a los efectos de estas políticas comerciales. Asimismo, los funcionarios de la entidad se mostraron dispuestos a mantener las tasas en los niveles actuales durante un tiempo prolongado mientras esperan mayor claridad sobre la evolución de la inflación y el panorama económico global.

    Contexto: entre cautela e incertidumbre.

    Los miembros del FOMC coincidieron en adoptar un enfoque paciente. Reconocieron que las recientes políticas arancelarias generan un entorno más incierto, con un riesgo creciente de inflación persistente y de menor dinamismo en la inversión privada. También señalaron que la política monetaria actual ya ejerce una presión restrictiva sobre el crédito y el consumo.

    A pesar del alivio temporal observado en los mercados financieros tras la pausa en algunas medidas arancelarias, las barreras comerciales siguen siendo altas en comparación con promedios históricos, lo que ha generado un freno en decisiones empresariales clave como la inversión y la contratación.

    En términos generales, la FED no descarta reducir tasas, pero tampoco quiere apresurarse. El mensaje es claro: se necesita más evidencia antes de dar pasos que podrían afectar tanto la estabilidad de precios como la recuperación económica.

    ¿Cómo puede impactar esto en Perú?

    La posibilidad de que la FED reduzca sus tasas de interés tiene implicancias directas sobre economías emergentes como la peruana, especialmente en dos aspectos clave: la inversión extranjera y el tipo de cambio.

    1. Posible apreciación del sol:

    Si la FED recorta tasas, los rendimientos de los activos en dólares disminuirán, haciendo que los inversionistas busquen mejores retornos en mercados emergentes. Esto podría generar una mayor entrada de capitales a Perú, apreciando el sol frente al dólar. Un sol más fuerte podría ayudar a contener la inflación local, especialmente en productos importados.

    1. Mejora en condiciones de financiamiento externo:

    Una política monetaria más flexible en EE.UU. abarataría el costo del crédito internacional, lo que beneficiaría al sector público y privado peruano en sus emisiones de deuda. Esto podría traducirse en mayor inversión en infraestructura y en el fortalecimiento de las reservas internacionales.

    1. Impulso a los commodities:

    Con menores tasas en EE.UU., es probable que el dólar se debilite a nivel global. Esto suele impulsar los precios de materias primas como el cobre y el oro —exportaciones clave para el Perú—, lo que a su vez podría mejorar los ingresos fiscales y la balanza comercial del país.