Una jugada inesperada en el mercado cambiario.
El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) sorprendió a los operadores financieros al intervenir en el mercado de divisas con una compra spot de US$27 millones a un tipo de cambio de S/3,366 por dólar, según informó Francisco Grippa, economista principal de BBVA Research.
La operación, realizada el miércoles 5 de noviembre, llamó la atención porque el BCRP no ejecutaba compras spot de dólares desde hace más de cinco años, una herramienta que generalmente se reserva para momentos puntuales de corrección cambiaria.
Grippa explicó que esta acción refleja la incomodidad del ente emisor frente a la rápida apreciación del sol, que en pocas semanas había alcanzado niveles no vistos desde 2020. “El Banco Central parece haber considerado que el ritmo de fortalecimiento del sol era demasiado acelerado y podría generar desequilibrios”, señaló el economista.
¿Por qué el sol peruano se ha fortalecido tanto?
Durante el 2025, el sol peruano se ha apreciado más de 10% frente al dólar, consolidándose como una de las monedas más fuertes de la región. Detrás de este desempeño destacan dos factores principales:
- La debilidad global del dólar estadounidense, impulsada por las expectativas de recortes de tasas de interés por parte de la Reserva Federal (FED), lo que ha reducido la demanda por activos en dólares.
- El boom de los términos de intercambio del Perú, que alcanzaron niveles récord en 75 años, gracias al elevado precio del cobre, oro y gas natural, pilares de las exportaciones nacionales.
De acuerdo con BBVA Research, esta combinación de dólar débil y commodities fuertes podría mantener la solidez del sol durante el próximo año, respaldando la estabilidad macroeconómica y la confianza de los inversionistas extranjeros.
Efectos de un sol demasiado fuerte.
Aunque la apreciación del sol puede parecer positiva a primera vista, no está exenta de riesgos para la economía real.
Un tipo de cambio bajo reduce los ingresos en soles de los exportadores, ya que por cada dólar recibido obtienen menos moneda local. Esto erosiona su rentabilidad y puede restar competitividad internacional si deciden ajustar sus precios al alza.
Por otro lado, un sol fuerte abarata las importaciones, lo que favorece a los consumidores y empresas que compran insumos del exterior. Sin embargo, esto también afecta a los productores nacionales que deben competir con bienes importados más baratos.
Además, cuando el fortalecimiento del sol es rápido o transitorio, puede provocar movimientos bruscos de capital, generando volatilidad financiera. Si el tipo de cambio se revierte, esos flujos podrían retirarse igual de rápido, elevando la incertidumbre en los mercados.
¿Qué esperar del tipo de cambio hacia el 2026?
Según las proyecciones de BBVA Research, el tipo de cambio promedio se ubicaría entre S/3,40 y S/3,50 por dólar al cierre del 2025, en línea con una moderación del dólar global y una economía peruana estable.
No obstante, el banco advierte que el proceso electoral de 2026 podría generar presiones alcistas sobre la divisa estadounidense, dependiendo del tono del debate político y de la confianza que inspiren los candidatos.
Pasadas las elecciones, y con una política monetaria más relajada en Estados Unidos, el sol podría retomar su tendencia de apreciación, ubicándose entre S/3,35 y S/3,45 por dólar hacia fines del 2026.
El rumbo del tipo de cambio, añade el informe, dependerá en gran medida de quiénes asuman la conducción de las principales instituciones económicas del país, especialmente el Ministerio de Economía y el Banco Central.
Impacto para el Perú y el tipo de cambio: estabilidad, pero con cautela.
La reciente intervención del BCRP envía una señal clara al mercado: la autoridad monetaria está dispuesta a evitar que el sol se aprecie en exceso, preservando la competitividad de las exportaciones y el equilibrio financiero.
Para el Perú, un sol demasiado fuerte puede reducir ingresos fiscales ligados al comercio exterior, especialmente por la menor conversión de dólares a soles en el sector minero. No obstante, abarata las importaciones de alimentos, combustibles y tecnología, ayudando a contener la inflación interna.
En el corto plazo, esta operación sugiere que el tipo de cambio podría estabilizarse entre S/3,35 y S/3,40, respaldado por la confianza en la gestión del BCRP y la resistencia de la economía peruana frente al contexto global.
El BCRP toma el timón antes de que el sol brille demasiado.
La compra de dólares del Banco Central marca un punto de inflexión en la política cambiaria reciente. El mensaje es claro: un sol fuerte sí, pero no descontrolado.
En un año donde los flujos de capital, los precios de los metales y la política estadounidense marcarán la pauta, el Perú vuelve a mostrar su madurez financiera. El reto, como siempre, estará en mantener el equilibrio entre estabilidad monetaria y competitividad económica, en un entorno global que cambia tan rápido como la cotización del dólar.













