Frente al inminente giro proteccionista del gobierno de Donald Trump, el Perú ha activado su estrategia diplomática para proteger el acceso preferencial de sus exportaciones a Estados Unidos. El canciller Elmer Schialer anunció que el país está negociando el regreso a los términos originales del Tratado de Libre Comercio (TLC), firmado en 2009, con el fin de mantener el 98% de productos nacionales libres de aranceles.
Este movimiento responde a la política comercial que Trump implementará desde agosto, la cual contempla nuevos aranceles diferenciados por país. Perú busca evitar que sus exportaciones —muchas de ellas de valor agregado— pierdan competitividad en su principal mercado.
🛡️ Objetivo: preservar beneficios y evitar impacto económico
“Queremos asegurar que el 98% del universo arancelario mantenga un arancel del 0%, y que el 2% restante tenga las menores barreras posibles”, declaró Schialer en entrevista televisiva. Según explicó, EE. UU. está negociando caso por caso y tomando en cuenta variables más allá de lo comercial, como temas de informalidad, piratería o estándares regulatorios, considerados “barreras no arancelarias” por el Departamento de Comercio estadounidense.
El ministro remarcó que el comercio bilateral con Perú no representa una amenaza para EE.UU., ya que históricamente este último mantiene un superávit comercial con nuestro país. En sus palabras, gravar los productos peruanos no solo sería injustificado, sino que incluso podría perjudicar al consumidor estadounidense al encarecer productos que antes llegaban con precios competitivos.
🌎 El tren bioceánico: ¿una oportunidad o un gigante dormido?
Además, Schialer abordó el debate en torno al megaproyecto del tren bioceánico, que conectaría Brasil con el Pacífico peruano a través del Puerto de Chancay. Aunque recientemente cobró fuerza tras un memorando entre Brasil y China, el canciller aclaró que esta idea lleva más de 20 años en discusión, y su viabilidad enfrenta enormes desafíos técnicos y financieros.
El trazado en territorio peruano implicaría atravesar la cordillera de los Andes, lo cual representa un reto de ingeniería monumental y costos multimillonarios. Si bien el proyecto promete acortar tiempos de exportación a Asia, su ejecución requerirá coordinación multinacional, decisiones de alto nivel y una clara fuente de financiamiento.
💱 ¿Qué significa esto para el tipo de cambio en Perú?
La imposición de nuevos aranceles por parte de EE.UU. podría traducirse en una disminución en las exportaciones peruanas, especialmente si no se logra mantener el acceso preferencial. Esto reduciría el ingreso de divisas y podría ejercer presión alcista sobre el tipo de cambio, debilitando al sol frente al dólar.
Sin embargo, si las negociaciones prosperan y se restablecen las condiciones originales del TLC, el impacto se neutralizaría, manteniendo la confianza de los mercados y la estabilidad del tipo de cambio. Además, el avance en proyectos logísticos como el tren bioceánico (si llegara a concretarse en el futuro) también aumentaría el atractivo del Perú como hub comercial, fortaleciendo su posición geoeconómica y eventualmente contribuyendo a un flujo más sólido de capitales.
🧭 Diplomacia económica al servicio de la estabilidad
La estrategia del Perú ante los nuevos aranceles no solo es defensiva, sino inteligente. Apostar por renegociar desde los principios originales del TLC demuestra un enfoque pragmático que busca proteger al aparato exportador, evitar tensiones cambiarias y defender la recuperación económica.
En un contexto global de incertidumbre, el Perú se mueve con cautela, pero con claridad. Las decisiones que se tomen hoy en el ámbito comercial y logístico podrían definir el curso del crecimiento económico en la próxima década.