La próxima reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) se perfila como una de las más tensas del año. En un contexto marcado por presiones políticas, disputas comerciales y señales económicas mixtas, Jerome Powell y su equipo tomarán decisiones que podrían resonar más allá de las fronteras estadounidenses, tocando directamente los bolsillos latinoamericanos… incluido el Perú.
Una reunión decisiva en medio de señales contrapuestas.
El comité de política monetaria de la FED se reunirá este martes y miércoles, justo en una semana donde coinciden importantes publicaciones: el crecimiento económico del segundo trimestre, el estado del mercado laboral y el comportamiento de los precios al consumidor. A pesar de que se espera que las tasas de interés se mantengan sin cambios, el debate interno se intensifica.
Las estimaciones sugieren que el Producto Bruto Interno (PBI) de EE.UU. habría crecido a una tasa anual de 2,4% entre abril y junio, tras haber caído 0,5% en el primer trimestre del año. Sin embargo, ese rebote oculta debilidades: el impulso provendría principalmente de la reducción del déficit comercial, mientras que el gasto de los hogares y la inversión empresarial seguirían mostrando señales de fatiga. De hecho, el consumo privado [motor clave de la economía estadounidense] habría experimentado sus dos peores trimestres consecutivos desde los tiempos duros del inicio de la pandemia en 2020.
Empleo en pausa y precios al alza.
El informe de empleo de julio, que se conocerá al final de la semana, también se perfila como un dato clave. Las expectativas apuntan a una desaceleración en la contratación privada, con un aumento modesto de 100 mil nuevos puestos de trabajo, y una posible subida en la tasa de desempleo al 4,2%. Esta tendencia confirmaría que las empresas están empezando a moderar su ritmo de contratación, tal vez anticipando una economía más fría.
En paralelo, el indicador favorito de inflación subyacente de la FED podría mostrar un ligero repunte, revelando que los recientes aranceles aplicados por la administración Trump están empezando a filtrarse lentamente al consumidor final.
¿Powell bajo presión?
A medida que los datos se tornan ambiguos, la presión sobre el presidente de la FED aumenta. Varios miembros del propio banco central ya han expresado su inquietud por un mercado laboral más débil de lo esperado y están sugiriendo que se evalúe la posibilidad de recortar los tipos de interés antes de lo previsto. A esto se suma la presión política directa del expresidente Donald Trump, quien insiste en reducir los costos del crédito para reactivar el consumo y la inversión.
Desde Bloomberg Economics se advierte que una economía sostenida solo por el consumo puede enfrentar riesgos serios si el empleo se sigue debilitando. Aunque las ventas minoristas de junio fueron altas, esto podría deberse a aumentos de precios vinculados a los nuevos aranceles, no a una verdadera expansión de la demanda.
¿Qué significa esto para el Perú?
Las decisiones de la Reserva Federal no solo afectan a EE.UU.: el impacto se extiende a los mercados emergentes, y el Perú no es la excepción. Si la FED mantiene una política restrictiva por más tiempo [con tasas de interés elevadas], el dólar tiende a fortalecerse a nivel global, lo que podría generar presiones alcistas sobre el tipo de cambio en Perú. Es decir, el sol podría debilitarse, encareciendo productos importados y elevando el costo del financiamiento externo.
Por el contrario, si la FED empieza a recortar tasas en respuesta a la debilidad económica, el dólar perdería atractivo frente a monedas emergentes, y eso podría aliviar el tipo de cambio en Perú, estabilizando el mercado cambiario y favoreciendo las importaciones.
Además, una desaceleración en la economía estadounidense podría reducir la demanda de commodities clave como el cobre, lo que afectaría nuestras exportaciones y presionaría a la baja nuestra balanza comercial, otro factor que también incide sobre el dólar.
La Reserva Federal está caminando sobre una cuerda floja: una decisión equivocada podría agravar los desequilibrios económicos globales. Y mientras Powell evalúa sus próximos pasos, el Perú debe prepararse para un escenario donde el tipo de cambio, los precios y las expectativas financieras estarán más sensibles que nunca a lo que ocurra en Washington.