Category: Economía

  • POWELL ABRE LA PUERTA A UN GIRO HISTÓRICO EN LAS TASAS DE INTERÉS DE LA FED: ¿CÓMO IMPACTA AL PERÚ?

    POWELL ABRE LA PUERTA A UN GIRO HISTÓRICO EN LAS TASAS DE INTERÉS DE LA FED: ¿CÓMO IMPACTA AL PERÚ?

    Un discurso que marca agenda.

    En el esperado simposio de Jackson Hole, Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (FED), sorprendió al admitir que el escenario económico de Estados Unidos podría justificar un recorte de tasas de interés en 2025. Sería la primera baja desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, y llega en un contexto en el que los riesgos que enfrenta la economía estadounidense se están transformando rápidamente.

    Powell destacó la resiliencia de la economía norteamericana: un mercado laboral sólido y una inflación que, aunque aún por encima de lo deseado, ha retrocedido notablemente desde los picos de la postpandemia. Sin embargo, también reconoció que los riesgos de inflación se inclinan hacia arriba, mientras que los riesgos para el empleo apuntan hacia abajo, generando un dilema difícil para la FED.

    Los nuevos vientos de la economía global.

    El discurso también puso sobre la mesa factores que están reconfigurando el panorama: la imposición de aranceles más elevados, políticas migratorias más restrictivas que alteran la fuerza laboral y, en el largo plazo, posibles cambios en políticas fiscales y regulatorias que afectarán la productividad. Powell fue claro en que la política monetaria puede suavizar los ciclos económicos, pero tiene poca capacidad de influir en cambios estructurales de fondo.

    Hacia una política más flexible.

    A pesar de la incertidumbre, el líder de la FED recalcó que las tasas están hoy mucho más cerca de un nivel neutral que hace un año, lo que otorga espacio para maniobrar. Esto, sumado a la estabilidad en el desempleo, permite evaluar con cautela un ajuste en la política monetaria durante la segunda mitad de 2025. Powell remarcó que la FED no sigue un guion fijo: las decisiones dependerán de los datos y de cómo evolucione el balance de riesgos.

    Impacto en Perú: alivio para el sol y oportunidades en los mercados.

    Un posible recorte de tasas en EE. UU. tendría repercusiones inmediatas en países emergentes como Perú. Una FED menos agresiva significa un dólar más débil, lo que podría generar:

    • Menor presión sobre el tipo de cambio en Perú, fortaleciendo al sol frente al dólar.
    • Atractivo para capitales extranjeros que buscan mercados con mejores rendimientos, incentivando la inversión en bonos y acciones peruanas.
    • Alivio en el costo del financiamiento externo, favoreciendo tanto al Estado como a las empresas que tienen deudas en dólares.

    En términos prácticos, si el dólar se debilita, los precios de insumos importados y combustibles tenderían a moderarse, ayudando a contener la inflación local. Sin embargo, también implicaría mayor volatilidad en los commodities (como el cobre y el oro), que son clave para el Perú, lo que puede jugar a favor en las exportaciones, pero también generar riesgos de dependencia.

    En otras palabras, la señal de Powell no solo redefine el rumbo económico de EE. UU., sino que abre un capítulo clave para mercados emergentes como el peruano: el tipo de cambio podría entrar en una fase de relativa estabilidad, pero con oportunidades y riesgos que el país deberá saber gestionar.

  • BOLIVIA EN CRISIS: INFLACIÓN, DÉFICIT Y GAS EN CAÍDA… ¿CUÁL ES EL PANORAMA FRENTE A LAS ELECCIONES?

    BOLIVIA EN CRISIS: INFLACIÓN, DÉFICIT Y GAS EN CAÍDA… ¿CUÁL ES EL PANORAMA FRENTE A LAS ELECCIONES?

    La economía boliviana atraviesa una de sus etapas más críticas en décadas. Inflación elevada, escasez de dólares, reservas internacionales en mínimos históricos y un déficit fiscal que no cede desde hace más de diez años, pintan un cuadro complejo justo en medio de unas elecciones que podrían marcar un cambio de rumbo político y económico.

    El economista boliviano Fernando Romero describe este escenario como “delicado y desequilibrado”, con efectos que ya se sienten en la vida diaria: largas filas para conseguir combustible, dificultades para acceder a divisas y un sistema financiero que, según muchos ciudadanos, funciona casi como un corralito.

    Una economía desgastada.

    La inflación acumulada en el primer semestre superó el 15%, y aunque el gobierno proyecta un cierre cercano al 5%, el golpe al poder adquisitivo ya es fuerte. Las reservas de divisas están bajo mínimos y solo el oro sirve hoy como respaldo.

    La deuda pública roza el 90% del PBI y el déficit comercial superó los 500 millones de dólares en solo seis meses, sumando once años consecutivos de números rojos en las cuentas del Estado. El talón de Aquiles es conocido: la excesiva dependencia del gas natural, cuya producción y exportación se han desplomado, mientras el gasto estatal sigue inflado.

    Elecciones y propuestas para salir del atolladero.

    Por primera vez desde la Constitución de 2009, Bolivia irá a segunda vuelta. Los candidatos Tuto Quiroga y Rodrigo Paz representan dos estilos distintos de enfrentar la crisis, aunque ambos coinciden en un punto clave: reducir el tamaño del Estado y ordenar las finanzas públicas.

    • Tuto Quiroga: el “shock” liberal.

    Su plan apuesta por un recorte radical del gasto: reducir ministerios, eliminar viceministerios y reestructurar empresas estatales deficitarias. Quiere además flexibilizar el tipo de cambio, dejarlo en manos del mercado, y lanzar nuevas leyes de hidrocarburos e inversiones para atraer capital extranjero. Su estilo recuerda al de Javier Milei en Argentina: menos burocracia, más confianza en el sector privado y disciplina fiscal.

    • Rodrigo Paz: Ajustes graduales con tinte populista.

    Plantea una redistribución del presupuesto en formato 50/50 entre el gobierno central y las regiones, eliminar la aduana estatal para reemplazarla por una privada y reducir impuestos. Sus medidas son menos agresivas, pero buscan dinamizar el comercio, abrir exportaciones y dar más poder económico a los gobiernos subnacionales.

    Inversión extranjera: la pieza que falta.

    Romero advierte que, sin inversión externa, Bolivia difícilmente logrará salir del estancamiento. Hoy, la inversión extranjera directa apenas representa el 0.5% del PBI, un nivel demasiado bajo para sostener el crecimiento de un país con tantas brechas fiscales.

    El efecto colateral en el Perú: el sol como refugio fronterizo

    La crisis boliviana no solo queda dentro de sus fronteras. En las regiones limítrofes, el sol peruano se ha convertido en un refugio de valor frente a la devaluación del boliviano. Comerciantes y familias lo usan para proteger sus ahorros y como moneda en intercambios, incluso en actividades informales como el contrabando.

    Este fenómeno tiene un doble efecto: mientras fortalece la demanda del sol en la frontera, también presiona el mercado cambiario local. Aunque el impacto todavía es acotado, si la crisis boliviana se agrava, podría aumentar la presión de demanda de soles y dólares en las zonas de intercambio, generando episodios de volatilidad en el tipo de cambio peruano.

    Bolivia se encuentra en un punto de quiebre entre un modelo de ajuste drástico y una reforma más gradualista. Lo que ocurra en su economía no solo marcará su futuro, sino que también tendrá ecos inmediatos en el sur peruano, donde el sol ya se consolida como un escudo frente a la incertidumbre vecina.

  • ¿SE VIENE UN NUEVO RECORTE DE TASAS EN PERÚ? EL BCR EVALÚA MOVER SU FICHA EN MEDIO DEL PULSO GLOBAL

    ¿SE VIENE UN NUEVO RECORTE DE TASAS EN PERÚ? EL BCR EVALÚA MOVER SU FICHA EN MEDIO DEL PULSO GLOBAL

    Inflación bajo control y el guiño de la FED abren espacio a una política más flexible.

    El Banco Central de Reserva (BCR) lleva tres meses consecutivos con su tasa de referencia en 4.50%, pero las condiciones actuales parecen darle luz verde para retomar los recortes en lo que resta del año. Varios analistas ya anticipan al menos una reducción de 25 puntos básicos, e incluso algunos apuestan por hasta dos recortes adicionales si los datos acompañan.

    En julio, la inflación anual se ubicó en 1.7%, claramente por debajo del punto medio del rango meta. Además, las expectativas de inflación a 12 meses descendieron a 2.2%, el nivel más bajo en más de cuatro años, mientras que los precios mayoristas muestran un sesgo deflacionario. Estos indicadores refuerzan la idea de que la política monetaria aún tiene margen de maniobra.

    El viento internacional también sopla a favor.

    El factor externo es clave: la Reserva Federal de EE.UU. podría iniciar en septiembre su esperado ciclo de recortes, con una probabilidad cercana al 100%, según los mercados. De hecho, algunas proyecciones consideran hasta tres recortes de tasas de la FED antes de fin de año, impulsados por la moderación de la inflación y la menor presión en el mercado laboral estadounidense.

    A esto se suma la caída de alrededor del 11% del dólar a nivel global, lo cual le resta presión al BCR y abre aún más espacio para una política monetaria expansiva en el Perú.

    El debate entre prudencia y acción.

    Mientras que Credicorp Capital y Citi ven probable una rebaja de la tasa peruana a 4.25% en septiembre, e incluso no descartan llegar a 4.0% si la economía muestra señales de enfriamiento hacia diciembre, otros bancos de inversión como BBVA y J.P. Morgan proyectan dos recortes en lo que queda del año.

    Sin embargo, no todos ven necesaria una acción inmediata. Desde Inteligo SAB, José Silva sostiene que las expectativas de inflación están bien ancladas, la economía se mueve cerca de su potencial y la tasa actual ya está en niveles neutros. Bajo esta mirada, el único detonante para bajar tasas sería el riesgo de caer en deflación.

    ¿Qué significa para el Perú y el tipo de cambio?

    Un recorte de tasas del BCR puede traer consigo un doble efecto: por un lado, estimularía el crédito y el consumo interno, ayudando a dinamizar sectores rezagados de la economía; por otro, podría ejercer cierta presión sobre el tipo de cambio, ya que tasas más bajas suelen restar atractivo a los activos en soles frente al dólar.

    No obstante, la coyuntura internacional juega a favor del sol: si la FED también inicia su ciclo de recortes, el diferencial de tasas no se ampliaría significativamente y la presión sobre el tipo de cambio sería contenida. En ese escenario, el dólar en Perú podría mantenerse relativamente estable, con episodios de volatilidad moderada, lo cual sería un alivio para importadores y consumidores locales.

    En resumen: el BCR se encuentra en una posición privilegiada para dar un nuevo impulso a la economía sin desestabilizar al sol. La gran pregunta es si apostará por un solo recorte o si, como anticipan algunos analistas, terminará el año con más de una jugada expansiva.

  • ELECCIONES 2026: EL TABLERO ECONÓMICO QUE DEFINIRÁ EL PRÓXIMO PRESIDENTE DEL PERÚ

    ELECCIONES 2026: EL TABLERO ECONÓMICO QUE DEFINIRÁ EL PRÓXIMO PRESIDENTE DEL PERÚ

    Un país en cuenta regresiva hacia un año decisivo

    El Perú se encamina a las elecciones generales de 2026 en medio de un contexto económico frágil y sensible a los vaivenes políticos. A partir del segundo semestre de este año, se han empezado a percibir señales que podrían marcar la pauta de la actividad económica y, por ende, influir en la estabilidad del país.
    José Luis Nolazco, economista y docente de la Universidad de Lima, advierte que este no será un proceso electoral cualquiera: los mercados estarán con la lupa puesta en los candidatos, sus propuestas y su postura frente a la economía de mercado.

    💱 El dólar, primer termómetro de la política.

    En períodos preelectorales, el tipo de cambio suele reaccionar antes que cualquier otra variable. Según Nolazco, si los aspirantes mejor posicionados en las encuestas transmiten incertidumbre o muestran una agenda poco amigable con la inversión, el sol podría depreciarse desde niveles cercanos a S/ 3,60 hasta un rango de S/ 3,75 o incluso S/ 3,80.
    En cambio, si las propuestas y perfiles son percibidos como pro mercado y estables, la divisa estadounidense podría mantenerse más controlada.

    Este comportamiento no es nuevo: en anteriores procesos electorales, la sola expectativa sobre quién podría liderar el país ha bastado para que inversionistas ajusten sus posiciones, moviendo el precio del dólar y modificando el flujo de capitales.

    📉 Expectativas empresariales en retroceso.

    Otro patrón recurrente en los años previos a elecciones es el deterioro de la confianza empresarial. El Banco Central de Reserva mide mes a mes las expectativas de inversión y contratación, y suele detectarse una caída significativa meses antes de conocer al nuevo presidente.
    El efecto es en cadena: primero se frena la inversión privada, luego se ralentiza la creación de empleo, el consumo se enfría y finalmente el crecimiento económico pierde fuerza. El lapso entre la caída de expectativas y el impacto real en la economía suele ser de uno a dos trimestres.

    🌏 El frente externo: un 50 % del juego se decide afuera.

    La vulnerabilidad peruana no se limita al terreno doméstico. Alrededor de la mitad del crecimiento del país depende del desempeño de Estados Unidos y China, sus principales socios comerciales.

    En el plano global, la política arancelaria más agresiva de la administración Trump en EE. UU., vigente desde enero de este año, ha generado tensiones y renegociaciones que están enfriando las proyecciones de comercio mundial.

    Si cualquiera de estas dos potencias entra en recesión o reduce su crecimiento, Perú sufriría el golpe: por cada punto menos de crecimiento en EE. UU. o China, el PBI peruano caería aproximadamente 0,5 puntos. El FMI ya ha proyectado un menor avance para ambas economías en 2025, lo que podría condicionar seriamente nuestro desempeño en 2026.

    📌 La agenda que marcará la campaña.

    Nolazco identifica cuatro ejes que los candidatos no podrán evitar en su discurso económico:

    1. Reforma del sistema de pensiones: un debate que ya está en marcha y promete ser un campo de batalla político.
    2. Seguridad ciudadana: un problema transversal que afecta a la inversión y la confianza.
    3. Lucha contra la minería ilegal: clave para proteger la inversión formal y el medio ambiente.
    4. Atracción de grandes inversiones: tanto en minería como en infraestructura de gran escala, fundamentales para dinamizar el crecimiento.

    Aunque algunos sueñan con un crecimiento superior al 3 % en 2026, el consenso es que, sin reformas profundas y estabilidad política, será difícil alcanzar esa meta.

    🔍 ¿Qué significa todo esto para el tipo de cambio y tu bolsillo?

    En un año electoral tan determinante, el tipo de cambio se convertirá en el termómetro más visible de la confianza o el temor de los mercados. Una combinación de candidatos poco claros en materia económica y un entorno internacional debilitado podría llevar al dólar a encarecerse, impactando directamente en los precios de productos importados y en el costo de vida.

    Por el contrario, un escenario con propuestas sólidas y políticas pro inversión podría estabilizar el sol, dar algo de respiro a la inflación y favorecer las importaciones de bienes clave.

    La clave estará en observar, más allá de las promesas, la credibilidad y viabilidad de los planes económicos de quienes aspiran a liderar el país.

  • DÉFICIT COMERCIAL DE EE. UU. EN SU PUNTO MÁS BAJO DESDE 2023: ¿SEÑAL DE ENFRIAMIENTO ECONÓMICO GLOBAL?

    DÉFICIT COMERCIAL DE EE. UU. EN SU PUNTO MÁS BAJO DESDE 2023: ¿SEÑAL DE ENFRIAMIENTO ECONÓMICO GLOBAL?

    Menos importaciones, menos movimiento: la economía estadounidense desacelera con impacto en sus socios.

    El comercio exterior estadounidense ha dado un giro inesperado. En junio, el déficit comercial de EE. UU. se redujo drásticamente, alcanzando su nivel más bajo desde septiembre de 2023. La razón principal no fue un aumento de las exportaciones, sino una caída significativa en las importaciones, lo que revela una dinámica preocupante: la demanda interna se está debilitando.

    Según datos recientes del Departamento de Comercio, el déficit de bienes y servicios cayó un 16% respecto a mayo, situándose en US$60.200 millones, por debajo de lo que anticipaban los economistas. La baja en las importaciones [que retrocedieron 3,7%] estuvo encabezada por una menor demanda de bienes de consumo, insumos industriales y vehículos. De hecho, las compras de productos del exterior retrocedieron a niveles que no se veían desde marzo de 2024, mientras que las exportaciones también cayeron, pero en menor proporción.

    ¿Reacción o prevención? Las empresas se cubren ante la tormenta arancelaria.

    Este retroceso en las importaciones parece haber sido impulsado por una ola anticipada de compras en el primer trimestre, cuando muchas compañías se apresuraron a abastecerse ante el temor de nuevos aranceles masivos anunciados por la administración Trump en abril. Posteriormente, algunos de estos gravámenes fueron suavizados o postergados, dando cierto alivio temporal.

    No obstante, esta caída no es señal de optimismo. Por el contrario, muestra cómo la incertidumbre comercial y los costos crecientes están reconfigurando las decisiones empresariales, generando efectos colaterales sobre la producción, la inversión y las cadenas globales.

    China, México y Canadá: déficit bilateral en descenso.

    Otro punto clave del informe fue la caída del déficit comercial con los principales socios de EE. UU. Las cifras muestran que el desequilibrio con China alcanzó su menor nivel desde 2009, mientras que el déficit con México retrocedió tras haber tocado un récord en mayo. También se redujo el déficit con Canadá, a niveles no vistos desde 2020.

    Esto puede interpretarse como resultado directo de la estrategia proteccionista de Washington, que viene impulsando la sustitución de importaciones en sectores clave como la energía, los semiconductores y los productos farmacéuticos.

    🌎 ¿Cómo repercute esto en Perú?

    Aunque estos cambios parecen lejanos, el comercio entre Perú y EE. UU. podría verse impactado de forma significativa. Estados Unidos es uno de nuestros principales destinos de exportación, y un menor dinamismo en su economía puede traducirse en una reducción de la demanda de productos peruanos, especialmente en sectores como agroindustria, minería y textiles.

    Además, si el nuevo paquete arancelario que se prepara en Washington incluye productos en los que Perú participa indirectamente [como minerales críticos o insumos industriales], las consecuencias podrían ser aún más amplias, afectando precios y condiciones de acceso.

    💱 ¿Y el tipo de cambio? La volatilidad se asoma.

    Para el tipo de cambio en Perú, esta coyuntura genera un escenario de alta sensibilidad. Si la economía de EE. UU. se desacelera, podría llevar a la Reserva Federal a reconsiderar sus políticas monetarias, con posibilidad de bajar las tasas de interés hacia fines de 2025. Esto debilitaría al dólar a nivel global, lo que daría cierto respiro al sol peruano, ayudando a contener presiones inflacionarias y estabilizar importaciones.

    Pero ojo: si la guerra comercial se intensifica y se amplían los aranceles, los flujos de capital podrían volverse más volátiles y aumentar la aversión al riesgo, lo que en países emergentes como Perú suele traducirse en una salida de dólares y mayor presión sobre el tipo de cambio.

    📌 La brecha de EE. UU. se cierra, pero abre interrogantes globales.

    La reducción del déficit comercial estadounidense no debe celebrarse a la ligera: no es fruto de un crecimiento sostenido, sino reflejo de una economía que se enfría. Para el Perú, esto representa una llamada de atención. Necesitamos diversificar destinos, prepararnos para escenarios de menor demanda externa, y sobre todo monitorear de cerca el impacto que este reacomodo comercial global tendrá sobre el dólar, nuestras exportaciones y nuestra economía interna.

  • TRUMP MUEVE EL TABLERO GLOBAL: ARANCELES GOLPEAN EXPORTACIONES PERUANAS Y AUMENTAN PRESIÓN SOBRE EL TIPO DE CAMBIO

    TRUMP MUEVE EL TABLERO GLOBAL: ARANCELES GOLPEAN EXPORTACIONES PERUANAS Y AUMENTAN PRESIÓN SOBRE EL TIPO DE CAMBIO

    📉 El TLC ya no es garantía: nuevas barreras para productos peruanos.

    El comercio exterior peruano enfrenta un nuevo obstáculo. Las recientes decisiones arancelarias de Estados Unidos, promovidas por el presidente Donald Trump, han comenzado a afectar directamente a sectores clave de la oferta exportadora nacional, incluso a aquellos productos que estaban protegidos bajo el Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado entre ambos países.

    Entre las medidas más controversiales destaca la imposición de un 10% adicional a productos peruanos que ya cumplían con los requisitos del TLC, lo que ha encendido las alarmas en diversos gremios empresariales.

    🎙️ Voz experta: Perú bajo amenaza comercial.

    Desde el Centro de Investigación de Economía y Negocios Globales de ADEX (CIEN-ADEX), el economista Edgar Vásquez ha advertido que esta situación representa una distorsión grave en las reglas del comercio bilateral. Para él, Trump se está comportando como “ese jugador que cambia las reglas cuando el marcador no le favorece”, y sus decisiones están generando un entorno de alta incertidumbre comercial.

    Si bien algunos países como Vietnam y Camboya han logrado reducciones de sus aranceles gracias a negociaciones bilaterales, Perú no ha logrado avances similares, a pesar de que mantiene un déficit comercial con Estados Unidos superior a los 1,200 millones de dólares en el primer semestre del año. Es decir, compramos más de lo que vendemos, y aun así nuestros productos están siendo penalizados.

    Joyas, cobre y madera: sectores golpeados.

    Los primeros impactos no se han hecho esperar. El sector joyero, por ejemplo, ha experimentado una caída dramática en sus envíos a EE.UU., con una reducción mensual cercana al 90%, arrastrado tanto por los nuevos aranceles como por los altos precios del oro. Otros rubros perjudicados incluyen productos forestales y ciertas partidas de cobre refinado, que también han sido alcanzadas por el gravamen del 10%.

    Mientras Chile ya ha iniciado conversaciones formales con Washington para proteger sus exportaciones de cobre, Perú aún no ha tomado medidas concretas, lo que podría traducirse en una pérdida de competitividad frente a nuestros vecinos.

    🌐 Europa le gana terreno a EE.UU.

    En medio de esta reconfiguración comercial, la Unión Europea ha superado a Estados Unidos como el segundo mayor destino de exportaciones peruanas, gracias a la alta demanda de concentrados de cobre. Aun así, EE.UU. sigue siendo un socio clave, particularmente para productos agrícolas como la uva, que sigue liderando las exportaciones hacia ese mercado.

    Sin embargo, el panorama se torna más incierto con el ruido político al interior de Estados Unidos y la falta de claridad en sus decisiones comerciales. Algunas empresas ya están evaluando relocalizar operaciones para evitar este nuevo clima de riesgo regulatorio.

    💱 ¿Y el tipo de cambio en Perú?

    Las decisiones proteccionistas de EE.UU. podrían ejercer presiones adicionales sobre el tipo de cambio en Perú. Si los exportadores peruanos pierden acceso competitivo al mercado estadounidense, disminuiría la entrada de dólares al país, afectando la oferta de divisas en el mercado local.

    Este efecto —de no ser compensado por mayores exportaciones a otros destinos o por inversión extranjera— podría fortalecer al dólar frente al sol, encareciendo importaciones y aumentando el costo de vida en el mediano plazo.

    Además, la falta de una respuesta rápida del gobierno peruano podría intensificar la salida de capitales, no solo comerciales, sino también de empresas que buscan entornos más previsibles. En conjunto, estos factores podrían generar mayor volatilidad en el mercado cambiario, precisamente cuando el país necesita estabilidad para apuntalar su recuperación económica.

    La política comercial de Trump ha puesto en jaque el esquema de preferencias que Perú disfrutaba con EE.UU. bajo el TLC. El desafío ahora es político y técnico: reactivar el canal diplomático y defender los intereses del país en la mesa de negociaciones.

  • ¿ESTÁ LA RESERVA FEDERAL AL BORDE DE UN GIRO? LA ECONOMÍA DE EE.UU. TENSIONA LOS HILOS DEL TIPO DE CAMBIO EN PERÚ

    ¿ESTÁ LA RESERVA FEDERAL AL BORDE DE UN GIRO? LA ECONOMÍA DE EE.UU. TENSIONA LOS HILOS DEL TIPO DE CAMBIO EN PERÚ

    La próxima reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) se perfila como una de las más tensas del año. En un contexto marcado por presiones políticas, disputas comerciales y señales económicas mixtas, Jerome Powell y su equipo tomarán decisiones que podrían resonar más allá de las fronteras estadounidenses, tocando directamente los bolsillos latinoamericanos… incluido el Perú.

    Una reunión decisiva en medio de señales contrapuestas.

    El comité de política monetaria de la FED se reunirá este martes y miércoles, justo en una semana donde coinciden importantes publicaciones: el crecimiento económico del segundo trimestre, el estado del mercado laboral y el comportamiento de los precios al consumidor. A pesar de que se espera que las tasas de interés se mantengan sin cambios, el debate interno se intensifica.

    Las estimaciones sugieren que el Producto Bruto Interno (PBI) de EE.UU. habría crecido a una tasa anual de 2,4% entre abril y junio, tras haber caído 0,5% en el primer trimestre del año. Sin embargo, ese rebote oculta debilidades: el impulso provendría principalmente de la reducción del déficit comercial, mientras que el gasto de los hogares y la inversión empresarial seguirían mostrando señales de fatiga. De hecho, el consumo privado [motor clave de la economía estadounidense] habría experimentado sus dos peores trimestres consecutivos desde los tiempos duros del inicio de la pandemia en 2020.

    Empleo en pausa y precios al alza.

    El informe de empleo de julio, que se conocerá al final de la semana, también se perfila como un dato clave. Las expectativas apuntan a una desaceleración en la contratación privada, con un aumento modesto de 100 mil nuevos puestos de trabajo, y una posible subida en la tasa de desempleo al 4,2%. Esta tendencia confirmaría que las empresas están empezando a moderar su ritmo de contratación, tal vez anticipando una economía más fría.

    En paralelo, el indicador favorito de inflación subyacente de la FED podría mostrar un ligero repunte, revelando que los recientes aranceles aplicados por la administración Trump están empezando a filtrarse lentamente al consumidor final.

    ¿Powell bajo presión?

    A medida que los datos se tornan ambiguos, la presión sobre el presidente de la FED aumenta. Varios miembros del propio banco central ya han expresado su inquietud por un mercado laboral más débil de lo esperado y están sugiriendo que se evalúe la posibilidad de recortar los tipos de interés antes de lo previsto. A esto se suma la presión política directa del expresidente Donald Trump, quien insiste en reducir los costos del crédito para reactivar el consumo y la inversión.

    Desde Bloomberg Economics se advierte que una economía sostenida solo por el consumo puede enfrentar riesgos serios si el empleo se sigue debilitando. Aunque las ventas minoristas de junio fueron altas, esto podría deberse a aumentos de precios vinculados a los nuevos aranceles, no a una verdadera expansión de la demanda.

    ¿Qué significa esto para el Perú?

    Las decisiones de la Reserva Federal no solo afectan a EE.UU.: el impacto se extiende a los mercados emergentes, y el Perú no es la excepción. Si la FED mantiene una política restrictiva por más tiempo [con tasas de interés elevadas], el dólar tiende a fortalecerse a nivel global, lo que podría generar presiones alcistas sobre el tipo de cambio en Perú. Es decir, el sol podría debilitarse, encareciendo productos importados y elevando el costo del financiamiento externo.

    Por el contrario, si la FED empieza a recortar tasas en respuesta a la debilidad económica, el dólar perdería atractivo frente a monedas emergentes, y eso podría aliviar el tipo de cambio en Perú, estabilizando el mercado cambiario y favoreciendo las importaciones.

    Además, una desaceleración en la economía estadounidense podría reducir la demanda de commodities clave como el cobre, lo que afectaría nuestras exportaciones y presionaría a la baja nuestra balanza comercial, otro factor que también incide sobre el dólar.

    La Reserva Federal está caminando sobre una cuerda floja: una decisión equivocada podría agravar los desequilibrios económicos globales. Y mientras Powell evalúa sus próximos pasos, el Perú debe prepararse para un escenario donde el tipo de cambio, los precios y las expectativas financieras estarán más sensibles que nunca a lo que ocurra en Washington.

  • EL SOL BRILLA CON FUERZA: LA MONEDA PERUANA LIDERA EN LA REGIÓN PESE A TURBULENCIAS GLOBALES

    EL SOL BRILLA CON FUERZA: LA MONEDA PERUANA LIDERA EN LA REGIÓN PESE A TURBULENCIAS GLOBALES

    📊 Fortaleza cambiaria en tiempos de incertidumbre

    En un contexto global marcado por tensiones comerciales, ajustes en la política monetaria estadounidense y ciclos electorales complejos en América Latina, el sol peruano se ha convertido en una de las monedas más sólidas del continente. En lo que va del año, se ha apreciado cerca de 5%, respaldado por fundamentos económicos robustos como un superávit comercial de más de US$ 27 mil millones, precios de exportación favorables y una inflación controlada.

    Este comportamiento ha colocado a la moneda nacional como un refugio regional, superando a otras divisas que han sufrido mayores presiones por factores externos e internos. La combinación de políticas económicas prudentes y una demanda interna activa ha jugado a favor del desempeño cambiario del Perú.

    🌍 Contexto internacional: luces y sombras

    A pesar del endurecimiento del discurso proteccionista en Estados Unidos [con nuevos aranceles que están encareciendo las importaciones] el crecimiento global sigue adelante, aunque con menor velocidad. Las previsiones apuntan a un avance del 2.8% en 2025 y un 3.1% para 2026, con China liderando la expansión tras una revisión al alza de su crecimiento a 4.6%. América Latina también contribuye con una proyección regional del 2.9%.

    En contraste, la economía estadounidense muestra signos de desaceleración. Su crecimiento este año se estima por debajo del 1.6%, mientras que la inflación comienza a repuntar por los mayores costos de importación. Esto ha llevado a postergar posibles recortes de tasas por parte de la Reserva Federal hasta fines de 2025, con mayor flexibilización esperada recién en 2026.

    📈 Perú: crecimiento firme, pero con cautela

    En el frente doméstico, la economía peruana creció 3.9% en el primer trimestre del año, impulsada por una demanda interna sólida y una coyuntura política relativamente estable. Para el resto del 2025, se prevé una expansión de 3.1%, aunque con un ritmo más lento en la segunda mitad del año. Las perspectivas para 2026 apuntan a un crecimiento del 2.7%, en parte por una caída en la inversión pública y un clima electoral que podría frenar decisiones del sector privado.

    Desde el punto de vista fiscal, el déficit se proyecta en 2.7% del PBI para este año, una cifra manejable en comparación con otros países de la región. La deuda pública seguiría debajo del 34% del PBI hacia 2026, aunque se advierte que ciertas iniciativas legislativas recientes podrían presionar al alza el gasto público si no se moderan a tiempo.

    🏦 BCRP: flexibilidad monetaria con prudencia

    El Banco Central de Reserva del Perú ha mantenido su tasa de referencia en 4.5%, un nivel considerado neutral, aunque con espacio para futuros recortes si la inflación sigue retrocediendo. Actualmente, se espera que la inflación promedio se ubique entre 1.5% y 2.0% en el tercer trimestre, y cierre el año cerca del 2.2%.

    El hecho de que el BCRP haya retirado su referencia a un “nivel neutral” sugiere una mayor disposición a flexibilizar la política monetaria, dependiendo del comportamiento de los precios y del crecimiento. Esto podría traducirse en tasas más bajas hacia fines de 2025 si las condiciones lo permiten, favoreciendo el crédito y la inversión.

    💱 ¿Qué significa todo esto para el tipo de cambio?

    La apreciación del sol refleja confianza en los fundamentos macroeconómicos del Perú. El control inflacionario, junto con un comercio exterior favorable, ha reducido la presión sobre el dólar, lo que mantiene la cotización cambiaria en niveles estables e incluso ligeramente a la baja.

    Si este escenario se mantiene, los inversionistas extranjeros podrían seguir viendo al Perú como un destino atractivo, lo que permitiría un mayor ingreso de capitales y, con ello, una posible continuidad en la valorización del sol. Sin embargo, cualquier señal de desorden fiscal o de inestabilidad política podría revertir esta tendencia, por lo que el equilibrio macroeconómico deberá cuidarse con rigor.

    📌 El Perú destaca en medio del ruido.

    En tiempos de alta volatilidad regional, el sol peruano se mantiene fuerte y confiable. Este desempeño no es producto del azar, sino del resultado de años de disciplina fiscal, una política monetaria creíble y un entorno comercial aún competitivo. Sin embargo, los desafíos no han desaparecido: la clave estará en mantener este equilibrio ante un mundo cambiante y un panorama político interno que puede volverse más incierto.

  • Perú busca blindarse ante aranceles de Trump: renegocia condiciones originales del TLC con EE.UU.

    Perú busca blindarse ante aranceles de Trump: renegocia condiciones originales del TLC con EE.UU.

    Frente al inminente giro proteccionista del gobierno de Donald Trump, el Perú ha activado su estrategia diplomática para proteger el acceso preferencial de sus exportaciones a Estados Unidos. El canciller Elmer Schialer anunció que el país está negociando el regreso a los términos originales del Tratado de Libre Comercio (TLC), firmado en 2009, con el fin de mantener el 98% de productos nacionales libres de aranceles.

    Este movimiento responde a la política comercial que Trump implementará desde agosto, la cual contempla nuevos aranceles diferenciados por país. Perú busca evitar que sus exportaciones —muchas de ellas de valor agregado— pierdan competitividad en su principal mercado.

    🛡️ Objetivo: preservar beneficios y evitar impacto económico

    “Queremos asegurar que el 98% del universo arancelario mantenga un arancel del 0%, y que el 2% restante tenga las menores barreras posibles”, declaró Schialer en entrevista televisiva. Según explicó, EE. UU. está negociando caso por caso y tomando en cuenta variables más allá de lo comercial, como temas de informalidad, piratería o estándares regulatorios, considerados “barreras no arancelarias” por el Departamento de Comercio estadounidense.

    El ministro remarcó que el comercio bilateral con Perú no representa una amenaza para EE.UU., ya que históricamente este último mantiene un superávit comercial con nuestro país. En sus palabras, gravar los productos peruanos no solo sería injustificado, sino que incluso podría perjudicar al consumidor estadounidense al encarecer productos que antes llegaban con precios competitivos.

    🌎 El tren bioceánico: ¿una oportunidad o un gigante dormido?

    Además, Schialer abordó el debate en torno al megaproyecto del tren bioceánico, que conectaría Brasil con el Pacífico peruano a través del Puerto de Chancay. Aunque recientemente cobró fuerza tras un memorando entre Brasil y China, el canciller aclaró que esta idea lleva más de 20 años en discusión, y su viabilidad enfrenta enormes desafíos técnicos y financieros.

    El trazado en territorio peruano implicaría atravesar la cordillera de los Andes, lo cual representa un reto de ingeniería monumental y costos multimillonarios. Si bien el proyecto promete acortar tiempos de exportación a Asia, su ejecución requerirá coordinación multinacional, decisiones de alto nivel y una clara fuente de financiamiento.

    💱 ¿Qué significa esto para el tipo de cambio en Perú?

    La imposición de nuevos aranceles por parte de EE.UU. podría traducirse en una disminución en las exportaciones peruanas, especialmente si no se logra mantener el acceso preferencial. Esto reduciría el ingreso de divisas y podría ejercer presión alcista sobre el tipo de cambio, debilitando al sol frente al dólar.

    Sin embargo, si las negociaciones prosperan y se restablecen las condiciones originales del TLC, el impacto se neutralizaría, manteniendo la confianza de los mercados y la estabilidad del tipo de cambio. Además, el avance en proyectos logísticos como el tren bioceánico (si llegara a concretarse en el futuro) también aumentaría el atractivo del Perú como hub comercial, fortaleciendo su posición geoeconómica y eventualmente contribuyendo a un flujo más sólido de capitales.

    🧭 Diplomacia económica al servicio de la estabilidad

    La estrategia del Perú ante los nuevos aranceles no solo es defensiva, sino inteligente. Apostar por renegociar desde los principios originales del TLC demuestra un enfoque pragmático que busca proteger al aparato exportador, evitar tensiones cambiarias y defender la recuperación económica.

    En un contexto global de incertidumbre, el Perú se mueve con cautela, pero con claridad. Las decisiones que se tomen hoy en el ámbito comercial y logístico podrían definir el curso del crecimiento económico en la próxima década.

  • INFLACIÓN BAJO CONTROL: EL PERÚ MARCA LA DIFERENCIA Y FORTALECE SU MONEDA EN MEDIO DE LA INCERTIDUMBRE REGIONAL

    INFLACIÓN BAJO CONTROL: EL PERÚ MARCA LA DIFERENCIA Y FORTALECE SU MONEDA EN MEDIO DE LA INCERTIDUMBRE REGIONAL

    Durante el primer semestre del 2025, el Perú ha consolidado un entorno económico envidiable para los hogares y empresas, gracias a una inflación moderada y sostenida. Mientras gran parte de América Latina batalla con precios en ascenso, el país andino cerró el semestre con una inflación acumulada de solo 1.30%, una de las más bajas de la región.

    Esta estabilidad ha sido clave para impulsar el consumo interno, revitalizar el dinamismo de los negocios y, sobre todo, preservar el poder adquisitivo de las familias peruanas, según destacó el ministro de Economía y Finanzas, Raúl Pérez Reyes.

    🤝 Políticas coherentes que dan resultados.

    Detrás de este logro hay una combinación inteligente de herramientas macroeconómicas: una política fiscal disciplinada y una política monetaria cautelosa, que han permitido mantener a raya los precios sin frenar la actividad económica. Esta estrategia coordinada ha brindado previsibilidad a los inversionistas y confianza a los consumidores, creando un círculo virtuoso para la recuperación.

    Según datos del INEI, el índice de precios al consumidor (IPC) de Lima Metropolitana creció solo 0.13% en junio, con una acumulación de 1.30% en lo que va del año y una variación anual de 1.69%. Las divisiones de consumo que más influyeron en esta ligera alza fueron alimentos, restaurantes y servicios diversos.

    🏗️ Caída de precios en sectores clave.

    Otros indicadores también muestran un comportamiento favorable. Los precios al por mayor retrocedieron 0.34% en junio, acumulando una baja de -0.6% en el semestre. Lo mismo ocurrió con los bienes de capital y materiales de construcción, que muestran retrocesos acumulados de -1.96% y -0.35%, respectivamente. Estos descensos abaratan el costo de inversión y construcción, lo que podría traducirse en más actividad productiva.

    💵 Impacto directo en el tipo de cambio.

    Una inflación estable reduce la presión sobre el Banco Central para subir las tasas de interés, lo cual contribuye a mantener flujos financieros ordenados. En este contexto, la estabilidad de precios puede favorecer la apreciación del sol peruano frente al dólar, o al menos evitar una depreciación significativa. Además, al fortalecer la percepción de seguridad económica, atrae inversión extranjera y frena la demanda de dólares especulativos, estabilizando el mercado cambiario.

    💼 Formalización tributaria: el nuevo impulso.

    En paralelo, el Ministerio de Economía y la SUNAT han lanzado un régimen temporal para facilitar el pago de deudas tributarias, orientado a fomentar la formalización sin perdonar impuestos ni conceder amnistías. Esta medida busca ampliar la base tributaria y generar ingresos para sostener la recuperación en curso.

    📊 Perú, en una liga aparte de la región.

    Mientras otros países luchan por contener la inflación y recuperar su estabilidad, el Perú ha logrado mantener una economía ordenada, con precios bajo control, inversión en marcha y una moneda relativamente estable. Este panorama genera un espacio valioso para impulsar el crecimiento inclusivo y sostener la recuperación económica sin caer en sobresaltos cambiarios.

    Si esta tendencia se mantiene, el país no solo resistirá mejor los vaivenes internacionales, sino que podría convertirse en un destino atractivo para la inversión regional, con un tipo de cambio fortalecido por la confianza y la estabilidad macroeconómica.